Para que...

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Depresión, eso es lo que todo el mundo piensa que tengo. En realidad no es depresión, solo es que no puedo ser como todos quieren que sea. Quisiera no ir a la escuela, así nadie me juzgaría tanto. Quisiera no salir de mi habitación, así no le vería la cara a mis estúpidas hermanastras ni a mi madrastra. Para que montar una conversación si siempre terminamos discutiendo, solo por el simple hecho de que no soy como ellos quieren. Parece que no tengo un padre, pues él siempre se la pasa trabajando. Por esos simples detalles yo soy como soy. Los fines de semana, prefiero irme por la ventana por el simple hecho de que no me interroguen a donde voy. Todos se quejan de mi, pues entonces para que me quieren aquí. Para eso me trajeron aquí, para quejarse. Soy de las que no tiene buenas notas, pero a quién le importa los estudios si luego de ir a la universidad estamos amargados de trabajar, como está siempre mi padre. Por esas cosas, es que siempre quiero estar encerrada. Me frustra ver a la gente sonreír hipócritamente, no se si es que quiero que todos estén como yo. Pero vamos... Todos deben de ser como se sienten, yo por ejemplo, quisiera morirme así que actúo como tal. No quiero ser hipócrita, quiero ser yo y si me siento mal para que fingir que estoy bien, de todos modos nadie me hablará y es porque así lo he decidido yo. Todos deben de morir, así no tengo la desagradable sorpresa de ver a los demás.

- La cena esta lista -dice mi inoportuno padre mientras toca la puerta.

Yo como siempre no le contesto, solo salgo de mi habitación y me siento en una silla a esperar que me sirvan la comida. Mariana y Fabiana me miran como siempre, con desagrado y yo solo me limito a tomar mi tenedor y comer calladamente. Odio hablar, odio que me hablen.

- ¿Cómo te fue hoy en la escuela Gretchen? -yo alzo mis hombros, que le importa como me fue.

Termino mi comida y me levanto con mi plato poniéndolo al final en el fregadero. Odio tener que comer con ellos, quiero comer en silencio y lo único que se les ocurre es preguntarme como me fue en la escuela, se ve que su vida es deprimente. Parece que no tienen algo mejor en la mente, como comer calladamente. Subo a mi habitación y me voy por la ventana. Es hora de dar un paseo, son las 6:00pm así que ya esta oscureciendo y es mejor, porque así menos personas veo. Me siento en la plaza y tomo mi celular para poner música, rock es lo que se escucha en mis oídos. Cierro los ojos y lo único que deseo en este momento es irme del mundo. La rutina es la misma, aunque crearé un plan en el cual consta en irme de la ciudad para siempre.

Para que vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora