Para que vivir

Imposible

No es fácil, aunque estos últimos dos días creo que lo han sido. Paz, eso es lo que siento en estos momentos, creo que vendré más seguido a la playa, esto me ayuda. El señor que se hace llamar mi padre no lo he visto desde que me fui de mi casa. He quedado en ir a una cafetería con mi maestra de literatura, ella me esta ayudando para que me vaya a un centro de ayuda ahora en vacaciones, creo que volveré cuando las clases ya se estén terminando. En las clases no me afectaré ya que allí me repondrán lo que me falta, bien. Me paro de la arena y camino hasta que el agua toque mis pies, camino por toda la orilla. Dentro de poco recojo mis cosas y me voy para la cafetería.

Busco por encima de la gente a mi maestra, logro verla al final en su celular, camino hasta ella. Una vez me ve me sonríe y yo hago lo mismo mientras me siento.

- Hola Gret -me saluda.

- Hola -pongo mis manos sobre la mesa-, ¿averiguaste? -ella asiente

- Te irás a la semana de haber terminado los exámenes, y eso es en dos semanas, ósea tienes tres semanas para preparar las maletas -me dice emocionada y yo sonrío.

- ¿Dónde pudiste ingresarme?

- En España, es de los únicos mejores centros y es gratis, yo estuve allí -yo la miro confundida.

- ¿Por qué? -ella me mira triste- No me tienes que decir si no quieres -ella niega.

- Te diré... Hace siete años estuve embarazada, perdí a mi hija en el parto, tuve que decirles a los médicos que por favor me ayudaran a salir de allí ya que mi esposo me maltrataba, lo peor de todo fue que dejé a mi otra hija mayor con su padre -se le resbala una lágrima por su mejilla pero a mí también.- Sabes, me cuesta asumir como es, no la recuerdo del todo y no se por qué.

- A mi madre le pasó algo parecido, cuando yo tenía diez años ella dio a luz pero se murió junto a mi hermana y tampoco la recuerdo, solo que me he enterado que ella esta viva -ahí es cuando yo caigo en cuenta, ¿ella es mi madre? Espera, ¿cómo es posible? ¿Ella? ¿Estoy frente a mi madre? ¿Por eso su cara se me hace familiar? Que pena que me parezca a mi padre, ya lo hubiese sabido. Ella me mira sin ninguna expresión, parece estar pensando lo mismo que yo, cada vez se pone más pálida. Yo no se que hacer...- ¿Eres mi madre? -mis palabras salen con dificultad y ella me mira.

- Debemos de hacernos una prueba, así podríamos saber -yo lo pienso, pero termino asintiendo.