Ya estaba lista, mire por todos lados. No hay monos a la costa.
Baje de puntitas las escaleras. Vi que una luz se prendía me asuste.
— ¿Que haces?— Hablo en voz baja, mire para allá. Solté un suspiro.
— Hay Fran menos mal que sos vos. Me voy a una fiesta con Mechi— Susurre.
— Ve tranquila, no le diré a papá.—.
Sonreí. Salí afuera y ahí estaba Mechi tan hermosa. Creo que más linda que yo.
— Hola rubia— No pude evitar reír.
— Hola morocha— Respondió siguiendo el juego.
— Jaja, ¿como estas?.—.
— Genial, ¿y tú?.—.
— También— Sonreí y me subí a su auto.
Arranco y en un súper segundo ya estábamos en la casa de los Hylands.
La casa llena de luces, reí entramos corriendo.
La gente estaba en la pista, bailando.
Mechi no se resistió y fue corriendo.
Yo nada más me acerque a la barra.
— ¿Puede ser algo refrescante?— Pregunte sin saber que tomar.
Me entrego un vaso, rojo, con espuma.
Le deje un poco de plata. Camine hasta la pista y baile un rato con el vaso.
Fui a dejar el vaso en la barra y salí para afuera para tomar aire.
Camine de nuevo a la pista y empecé a bailar solo.
— Bonita— Dijo el anónimo tomando de mi mano— ¿Vienes?.
Asentí. No me iba a quedar bailando sola.
Coloco su mano en mi cintura y la acaricio. Tome de su mano y empezamos a bailar un baile lento.
El chico era bonito, tenia los ojos verdes, jopo alto, acento italiano.
—¿Perteneces a Italia?— Rompí el silencio
-Sí.- Dijo tomando de mi mano y girandome.
Todo iba perfecto. Por ahora.
Jalaron de mi mano.
— Amiga a que no sabes— Sonrió perversa.
— Mercedes— Chillé— No voy a hacer eso.
— Bien te perdierdes la diversión— Dijo abrazada al chico con cual baile anterior mente.
Pff un mujeriego— Pensé— Sos metiche Martina.
Salí caminando hacia afuera haciendo una mueca.
Me puse a ver las estrellas estaba aburrida.
Veo de lejos como un hombre se me acerca poco a poco.
Sentí como me acorralaba en algo duro y raspozo.
Jelou hermosaaaaas tanto tiempoooo ay las extrañe, gracias a las que apoyan esta nove.
Voten y comenteeeeen
Las ama
-Fernanda.