LO PROHIBIDO

LOS JACKSON:

ANNABETH PV

Estuvimos horas y horas en el carro, aún no llegábamos, cosa que agradecí, me sentía nerviosa y tensa con respecto a mi nueva familia, y que pasa si no me quieren, si solo me han adoptado para ser su esclava así como lo hacia mi madrastra, o que tal que solo me quieran por compasión, por pena, no me parecería raro que traten de simular una acción de caridad, después de todo siempre me han considerado algo inútil, una inmundicia, una bastarda. Estaba tan hundida en mis pensamientos que no me había dado cuenta que llegamos, si no hubiera sido por Marco quien abrió la puerta para que saliera.

Al salir, me encontré con una mansión lujosa, las mas lujosa podría decir yo. La mansión era inmensa con varias ventanas que hacían ver lo espaciosa que era y los diseños arquitectónicos que tenía , lo cual me gusto. Tenía un jardín al costado y una piscina en la parte delantera de la entrada. Al frente de la puerta se encontraban dos arboles grandes, haciéndoles ver como una entrada sensacional.Las luces de aquella inmensa mansión estaban prendidas, provocando que brille y destaque bajo la noche. Sin lugar a duda era hermosa, y aquello nadie lo podía negar.

Marco me señalo el camino rumbo a la puerta. Cuando llegue pasar lo dos inmensos árboles, pude ver a dos amas de llaves, esperándome sonrientes. Una era rubia con ojos azulinos, su tez era blanca y tenia una sonrisa hermosa, sin duda aquella joven era muy guapa. La segunda tampoco se quedaba atrás, tenía un cabello negro con unos ojos marrones claros, su tez era blanca y se veía simpática y confiable, lo cual me gusto.

-Usted debe ser la Srta. Annabeth Chase , verdad- dijo de forma muy educada la rubia...

-Si, lo soy-dije con una sonrisa....

-Mucho gusto, Yo soy Annie Lauren-dijo la rubia- Y ella es Monica Riven- dijo señalando a la pelinegra quien me decido una sonrisa, la cual devolví...-

-Mucho gusto , es un placer conocerle-dijo Monica- La Sra, Jackson, la espera en la sala..-dijo mientras me señalaba la puerta donde se encontraba un joven pelinegro de ojos rojos oscuros....-

-Mucho gusto señorita, Yo soy Robert Hillens, es un placer-dijo sonriente...

-De igual manera Robert-dije dándole una risa, no se porque, pero estos jóvenes me daban confianza

-Pase-dijo mientras abría la puerta, a lo cual asentí e ingrese.

Si la casa ya era hermosa por fuera, por dentro lo era aun mas. En el techo colgaban lamparas hermosas que hacían que la casa se luzca como una estrella en el espacio. En las paredes habian pinturas, fotos, cuadros, espejos y andamios. El piso estaba completamente limpio y las ventanas lucían brillantes y pulidas. 

Seguí detrás a Annie quien ingreso conmigo junto con Monica que se encontraba en mi tras. Annie me llevaba a un pasadizo que dio lugar a una inmensa sala, donde se veía muebles hermosos y finos. En la parte central se encontraba una mesa de vidrio y al frente de esta una televisión gigantesca.

Al llegar me quede parada, ya que Annie me dijo que iba avisar a la Sra. Jackson de mi llegada, lo cual me hizo volver a sentir los nervios que había perdido en este corto tiempo. En eso veo que ingresa a la sala un señora bien vestida, llevaba puesto un vestido morado que le asentía bien , le hacia ver mas joven, tenia el cabello castaño y los ojos azules, pero lo que mas le agrado fue su sonrisa que transmitía una bondad pura, una maternidad que ella nunca había sentido. En ese momento, Annabeth, no tenia tanta duda de que muy pronto la vería como una verdadera madre.

Ella se le acerco y le dio un abrazo, lo cual le sorprendió pero correspondió. Pudo percibir ese amor de una madre hacia su hijo, esa protección de que no le pasara nada, esa sensación de que estaba segura, y esa alegría de verla llegar. Annabeth se sentía alegre al sentir aquello, puesto que nunca se sintió querida por nadie, mucho menos por sus padres.