Capítulo 20.

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A las ocho de la noche, ya habían terminado de acomodar las casas de campaña; eran tres, al parecer Ella, Juliet y Alice, dormirían en una, ya que no nos querían con ellas.
Los chicos en otra y Jessica y yo en la que quedaba.

Ashley me dijo que lo acompañara a buscar leña para la fogata, y así lo hice.
Caminamos hasta perdernos de nuevo en el bosque, obvio no literal.
Yo tomaba la leña y se la pasaba a Ashley, quien cargaba toda ésta.
Todo sin articular una sola palabra. Sólo el sonido del bosque se escuchaba.

-¿Elizabeth? -Habló rompiendo aquel silencio incómodo.

-¿Sí?

-¿Qué te está pareciendo esto? -Habló un poco tímido.

-Pues, muy hermoso. Nunca había estado tan cerca de la naturaleza.

-Hablo de todo lo que te ha pasado después de salir de ese convento.

-Oh... -Bajé la mirada. -Bueno... De alguna manera me siento... Libre. Siento un gran cambio en mí. Aunque debo admitir que estar en el convento me hacía feliz.

-Es bueno que te sientas libre. Libre de ese tal Dios.-Sonrió ampliamente.

-Sí. Bueno, yo sigo y seguiré creyendo en Dios. Nunca me libraré de él, ya que estoy en su mira por haberme casado con la iglesia.

-Pero tú nunca te casaste con la iglesia, apenas eras una novicia. Todavía puedes terminar esa relación.

-Bueno, por eso vine con ustedes; para saber qué es real y qué no. -Sonreí.

-Tengo una idea. Hagamos un trato, ¿vale?

-¿De qué trata?

-Si en un mes, o menos, descubres que toda tu religión era una total mentira, te quedas conmigo. -Me sorprendí ante sus palabras. -Pero si Dios se aparece frente a ti y te dice: "Sí, soy real, ámame", te regreso yo mismo al convento y me entrego ante las autoridades por secuestrarte.

Abrí ojos y boca de la sorpresa. ¿En verdad lo haría?

-M... Me parece bien. -Sonreí.

Él estiró su mano y yo la estreché, así sellando el trato.

Después de recoger tanta leña, regresamos a donde acamparíamos.
Al parecer ya habían hecho una fogata.

-¿Por qué empezaron sin nosotros? -Alegó Ashley.

-Tardaban mucho y ya queríamos comer malvaviscos. -Dijo Andy con la boca llena de los mismos.

Mientras me sentaba y dejaba la leña a un lado, alcancé a observar un tablero muy familiar; tenía el abecedario y unas palabras como "No", "Sí", "Adiós".

-¿Jugamos? -Dijo Jinxx, quien estaba a mi lado izquierdo.

-¿Q... Qué es eso? -Se me hacía familiar, ya que en el convento nos habían platicado de él, pero no recuerdo lo que era.

-Es una Ouija. -Contestó él mismo. -Es para platicar con los seres del más allá. -Sonrió.

-¿Del más allá? -Pregunté nerviosa.

-Así es... Podemos hablar con Lucifer... -Susurró diabólicamente.

Me tensé de inmediato.

-¿Qué, monja? Acaso, ¿te da miedo que venga Satanás y te viole? -Dijo Juliet.

-Juliet, por favor. -Me defendió Andy.

-Jinxx, mejor guárdala, jugaremos más tarde. Ahora hay que comer malvaviscos. -Dijo Ashley.

Sweet Blasphemy (Ashley Purdy FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora