Los dos sabíamos que no nos veríamos más y en ese momento lo único que queríamos hacer era estar juntos, abrazarnos, besarnos, sentirnos, queriamos vivir una vida en tan solo una efímera despedida. Nuestras bocas eran agua y nosotros éramos dos chicos en medio del desierto, la pena se había ido y nos dejó solos para hacer de ese momento el más feliz de los recuerdos, las lágrimas caían a mares, nuestros brazos rodeaban nuestros cuerpos, el adiós era inevitable y nuestro cariño eterno. Por unos segundos fuimos felices, unicos, eternos, sin nadie a nuestro alrededor haciendo ruido, casi no tuvimos tiempo de pensar en nuestras ultimas palabras y lo unico que salio de nuestras bocas fue un simple y absurdo "Hasta luego" porque no diriamos adios, nosotros sabíamos que en esta vida o en la siguiente o en la siguiente... Nos volveríamos a encontrar para prepararnos, una vez más, para despedirnos nuevamente.
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A mi musa.
PoetryLa noche es mi día. Los ojos de quién sea pueden ser mi musa. El escrito mi escape.