Obssession

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Cuando SeHun volvió a casa, se dejó caer en la destartalada cama que hizo un fuerte ruido frente al impacto, debía conseguir un colchón sin resortes de fuera y ruidos grotescos lo más pronto posible, quizá antes de llevarse a LuHan por un extensa sesión de sexo desenfrenado.

Cerró los ojos y entre tanto, la última imagen que quedo en su mente fue la de LuHan atado, abierto para él, suplicando con la mirada que lo soltará y lo dejara ir, con eso su inconsciente maquino mil y un estrategias para divertirse con LuHan. Cada oscuro secreto y placer oculto se manifestaba entre sueños donde LuHan era la victima potencial.

Despertó un cuarto para las doce de la mañana y aunque su estómago gruñía por alimento decidió marcar prioridades, primero deshacerse de su erección mañanera que era resultado del sueño húmedo que aun recordaba en pequeñas partes. Logro liberarse rememorando lo poco que recordaba de su sueño y con eso estaba satisfecho y sonriente como nunca.

Sabía que su sueño consistía en LuHan luchando por librarse de SeHun, luego una imagen de él penetrándolo mientras sus manos apretujan su cuello con fuerza, quitándole la respiración y la lucha que le causaba para soltarlo. Aun cuando eran pequeños episodios era excitante de una manera que SeHun no podía comprender.

Enseguida recordó la noche anterior, cuando conoció a BaekHyun marco su cuerpo con fuerza y el hecho de escucharlo sollozar y pidiéndole que se detuviera alimento el hecho de que imaginaba que LuHan era quien en realidad estaba bajo él, era una explosión de placer incontrolable y lo interesante del caso es que nunca había intentado herir o lastimar a las mujeres que compraba, siempre era simple sexo, no nalgadas, no bofetones, no mordidas y así se había mantenido un buen rato y ahora que conocía el placer en el dolor pensaba que era mil veces más excitante que el sexo convencional.

De esa manera marco el teléfono de LuHan, sosteniendo el pequeño papel en su chaqueta, sostuvo el teléfono mientras intentaba colocarse los zapatos y estirarse un poco, cuando movió el cuello hizo una mueca, de nuevo no durmió correctamente. Sonó tres veces antes de que LuHan contestará y era imposible que el rubio no gruñera pensando en la nueva técnica que tomaban últimamente al hacer los "difíciles", era simplemente estúpido.

"¿Bueno?" SeHun se dirigió a la cocina, mientras sostenía con una mano el teléfono.

"LuHan, soy yo SeHun." Abrió el refrigerador y del bote medio vacío de jugo de naranja bebió directo, escucho un suspiro del otro lado y sin sorprenderse continúo en la línea esperando a que LuHan se dignara a hablar.

"¿SeHun? Yo, yo no creí que fueras a hablarme, e-es una sorpresa".

SeHun arqueo una ceja. ¿A qué se refería?

"Pero LuHan, me diste tu numero ¿Por qué no habría de marcarte?"

"Bueno, no lo sé, me dio la impresión de que dado que ayer no me marcaste creí que perdiste el papel o lo habías olvidado. Es tonto, no me hagas mucho caso". Escucho una risa nerviosa del otro lado, SeHun se froto la sien.

No lo hare. Pensó SeHun.

"Como sea, quería preguntarte como habías despertado y como ha estado tu día". LuHan con eso tuvo para tomarse quizá unos buenos veinte minutos contando lo sucedido en su día, SeHun desde que pasaron cinco minutos ya harto decidió dejar el teléfono en la mesa y preparar el desayuno, dejando a LuHan hablando solo, aunque este no se diera cuenta de la indiferencia de la que era objeto.

SeHun acercaba la bocina a su oído de vez en cuando cerciorándose de que siguiera hablando y en el dado de que LuHan preguntara algo él se diera cuenta como si de verdad estuviera escuchando toda esa aburrida platica. Termino luego de que SeHun terminara justo su desayuno.

Pirómano [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora