Exitium

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Cuando SeHun llego al departamento de LuHan, lo primero que lo recibió fue una avalancha de preguntas, luego siendo curado por su ángel, lo cierto era que a pesar de las intensas preguntas de LuHan, SeHun no le contó la razón verdadera por la que había llegado severamente herido.

"No es nada, solo dije algo incorrecto enfrente de alguien a quien no conocía" Y en cierta parte era cierto, pero aunque espero, LuHan no continuo haciendo más preguntas, solo se limitó a curarlo.

SeHun pasa la tarde con LuHan, ven películas, se besan y preparan el almuerzo juntos, SeHun descubre que LuHan es muy bueno cocinando al contrario de SeHun que se queda embelesado cuando las parrillas encienden. SeHun está seguro de que su ritmo de vida cambia con LuHan a su lado, si le hubiesen dicho que sus costumbres y su vida sería reemplazada por besos en la cama y risas no lo hubiese aceptado, pues solo el pensamiento hubiera desagradado al antiguo SeHun.

Pero ahora simplemente, no se quejaba, le gustaba ser parte de la vida de LuHan, le gustaba escucharlo contarle cualquier banalidad, algo que al inicio le provocaba bostezar ahora captaba su completa atención. Amaba que LuHan le dijera esas dos palabras antes de irse a dormir, esas dos palabras que movieron en él nuevas sensaciones, que le trajo una nueva percepción de vida.

Sin embargo, estaba seguro de que sus pasiones encerradas en su alma se desencadenarían tarde o temprano, ese preciso día, SeHun no pudo controlar su corazón latir con frenesí al ver como LuHan se quemaba el dedo en un movimiento por mover unas ollas, luego como LuHan lloriquea. SeHun no reacciona hasta que LuHan le pide que traiga una compresa congelada y dudativo hace lo que le ordena.

Pero esa sensación ¿Qué era esa sensación? El amor por las llamas volvió a resurgir luego de tanta evasión, su mente ya no estaba presente con LuHan. Todo se quedó detenido en cuanto el episodio ocurrió y aunque SeHun se quedó a dormir su atención se encontraba en las llamaradas vivas y en aquel pequeño y leve contacto con la piel de LuHan.

LuHan lo abrazo, le susurro un par de palabras antes de cerrar los ojos. SeHun se quedó minutos pensando, pensaba que sus deseos habían quedado sepultados en lo más profundo de su ser, pensaba en la nueva vida que estaba formando con LuHan. Amaba la tranquilidad en la que vivía, amaba estar seguro del amor de LuHan, pero había algo. Una parte de él, escondida no estaba siendo saciada, esa parte de él, pasaba ignorada.

SeHun paso una noche de vela, considerando la situación en la que se encontraba, el deseo irrefrenable e insaciable continuaba moviendo en su ser tantos tornillos en su cabeza que ahora era incapaz de pensar en esos placeres ocultos que le hacían sentir la adrenalina correr por su sangre, que lo emocionaban de una forma inaudita y extraña.

LuHan lo despertó con besos en la mejilla, le conto su sueño, uno donde al parecer SeHun se casaba con él; pero aunque fue tierno, SeHun pensaba en lo apresurado del sueño. El matrimonio seguía siendo algo muy lejano y casi inexistente para SeHun, pero por miedo de lastimar a LuHan, simplemente se reservó sus comentarios.

Los siguientes días se convirtieron en una rutina, SeHun visitaba a LuHan, ocasionalmente lo llevaba a comer o se quedaban en el apartamento de LuHan viendo películas, tenían relaciones de vez en cuando, aunque LuHan gemía en voz alta SeHun simplemente comenzó a perder el interés en el sexo, cosa que le pareció algo extremadamente extraño dado a que era un completo sátiro. Pero así como la relación se hizo estable, LuHan parecía querer más y más, se llevaba su atención y pedía por más, incluso llego a insinuar vivir juntos.

"Quizá debemos esperar un poco más" SeHun se libró de ello por un par de días, pero LuHan parecía inconforme y se notaba con facilidad.

Cumplieron un año de noviazgo, fue sorprendente para SeHun mantener una relación hasta ese nivel, dado a que en realidad sus relaciones terminaban en semanas. Pensaba que quizá era porque al final ese era su destino, quedarse al lado del joven bartender con el que solía tener fantasías eróticas desenfrenadas.

Pirómano [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora