Toma 4: Boda.

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Algún lugar del mundo,

Afueras de las Oficinas P&F.

27 de Septiembre de 2013.

03:05 p.m.

La mayoría de las mujeres tienen grandes dilemas al vestirse en las mañanas. "¿Esto me hace ver gorda?" "¿Qué color me queda más?" "¿Cuál te gusta más?" Y, una de las clásicas, "¿qué zapatos debo usar?"

En nuestra anterior toma, era sólo una mala decisión para una buena chica. Pero en esta ocasión no será así. En vez de los azules, usará los negros, los cuales tienen un poco menos de tacón que los azules. Y estos no están rotos.

Así que es un buen día para ella, porque su tacón jamás se rompió.

Nunca tuvo la necesidad de la ayuda de Louis, entonces Louis cruzó la calle justo cuando la luz verde salió, y antes de cruzar las puertas se encontró con un compañero de la oficina.

—Hombre, lo siento yo... oh, hola Louis.

—Hola, Adam —saludó—. ¿Terminando de comer?

El hombre se encogió de hombros. —Algo así. ¿Qué haces aquí?

—Olvidé traer de comer. Así que decidí probar la comida de este lugar.

—Oh, no. Aquí a la vuelta hay una tienda de autoservicio, te invito algo. Confía en mí, la comida aquí es un asco.

Dando palmadas en los hombros de Louis, ambos chicos hicieron lo planeado.

Estaban comiendo un emparedado y un café cuándo la puerta se abrió y la campana que anunciaba un nuevo cliente hizo su tarea.

Adam sonrió mientras se acercaba a saludar a la chica. —¡Sofía! Milagro que no te perdiste. Ven, deja te presento a alguien. —La guió a donde estaba Louis, mirándola con una sonrisa mientras ella hacía lo mismo—. Louis, te presento a mi hermana Sofía. Sofía, él es Louis.

—Un placer, Louis. —Sonrisa y ojos coquetos.

—El placer es mío.

Y sabemos lo que sucedió después.


Algún lugar del mundo,

Casa de Louis Tomlinson.

5 de Noviembre de 2015.

10:13 p.m.

—¿Qué te trae a mi cueva, Liam?

Louis regresó al sofá en el que se encontraba minutos antes de que su amigo tocara a su puerta, tomó de nuevo su cerveza y rebanada de pizza y siguió con su asunto. Sabía que no había necesidad de que le dijera a Liam que se pusiera cómodo.

Unos segundos después, ambos bebían y comían mientras veían la televisión.

—¿No sé supone que como tu mejor amigo deba estar junto a ti cuándo una relación que duró dos años se termine cuando la zorra esa se acostara con otro en su aniversario?

Ambos chicos rieron mientras chocaban los puños y siguieron viendo la televisión.

—Honestamente lo primero que pensé al verlos fue: "¡Sí! No importará que haya olvidado el aniversario y no tenga ni un puto regalo".

Liam volvió a reír. —¿Entonces no te duele lo que pasó?

—Bueno, supongo que se siente...raro. —Alzó los hombros mientras daba otro trago a la cerveza—. Después de todo, aunque nunca amé a Sofía fueron dos años de mi vida. Supongo que la llegué a querer. Pero nada del otro mundo, estaré bien.

Destino. || Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora