Capítulo 3: Lluvia cálida

103 8 0
                                    

Aquella fresca mañana de sábado me mantuvo bajo las sábanas hasta las doce del medio día.
Probablemente porque me acosté a las cuatro de la mañana pensando en las clases de dibujo y basket que acordé tener con Shinobu.
De alguna forma sentía miedo a que alguien nos viese pasando el rato juntos, y, por supuesto, no tenía intención alguna de decírselo a Nakahiro y Takao; puedo vivir sin ello, además, no es que me apetezca tener que aguantar sus burlas cada día.
La mañana pasó muy rápido y dadas las cuatro de la tarde me di una ducha y me preparé.
Me dirigí a la puerta cuando mi madre se interpuso en el camino;

-Madre de Kohaku: Kohaku cariño, hoy va a llover, coge tu paraguas. *me acercó un paraguas bastante viejo*

-Kohaku: No importa, si voy a coger el autobús. *salí corriendo antes de tener que cargar con aquel paraguas destartalado y anticuado*

Una vez fuera de casa me dirigí hacia la parada del autobús ya que Shinobu y yo decidimos quedar en nuestra preparatoria, la cual estaba abierta por la tarde y además, como es de esperar, mis amigos jamás la visitaban.

A medida que el destino se acercaba mi mente se llenaba de dudas; ¿dónde me vería con aquel otaku? ¿habría gente alrededor observándonos? ¿estarían Nakahiro y Takao por la zona?

Una fina pero continua lluvia invadía lentamente las carreteras, acumulándose en el hueco entre estas y las aceras.
Fué probablemente esa lluvia la que me mantuvo prácticamente todo el camino mirando por la ventana, por lo cual no pasé por alto la figura de un chico de pequeño tamaño; se refugiaba de las continuas gotas de agua bajo su paraguas y se hallaba de pie justo frente a mi parada.

No podía creerlo, era Shinobu, estaba seguro de ello y... había venido a recogerme.
Pero bueno, a fin de cuentas lo hizo tan solo por educación, al menos eso me repetía a mi mismo.

Al bajar del autobús aquella figura se acercó a mí. Levantó levemente el paraguas dejándome ver su rostro y, en efecto, se trataba de Shinobu.
Antes de poder decir nada el chico comenzó a hablar:

-Shinobu: Su-supuse que no llevarías paraguas... *alzó el paraguas indicando que me acercase a él para así poder refugiarnos ambos de la lluvia*

-Kohaku: ¿Cómo lo sabías? *pregunté bastante sorprendido dejando salir un "Woooaah" junto a esas palabras*

-Shinobu: Eh bu-bueno, esto... cogías el autobús de las cinco y aún no llovía... *se ruborizó levemente*

-Kohaku: Oh, qué atento eres *le dí una sonrisa de agradecimiento y me incorporé para cobijarme bajo el paraguas, dándome cuenta de que sería más fácil si yo lo llevaba*
Ehhh... Shinobu, ¿está bien si cojo yo el paraguas?

-Shinobu: S-sí, claro *desvió su mirada hacia el suelo algo avergonzado*

El viaje hacia la preparatoria se me hizo largo, demasiado largo...
Shinobu se pasó todo el camino mirando hacia abajo bastante sonrojado y yo, por alguna extraña razón, sentía como si fuese su protector.

Llegamos a nuestro destino y decidimos que lo primero deberían ser las clases de dibujo; con un poco de suerte entraríamos en calor y se secaría nuestra ropa... Parece que un paraguas para dos chicos notablemente distanciados no fue suficiente.

Por suerte el aula de dibujo se encontraba libre, por lo que nos acomodamos allí y no habían pasado ni 5 minutos cuando Shinobu ya tenía un carboncillo en la mano y se encontraba observando una copia de una escultura griega.
¿Qué podía tener que ver una escultura con dibujar un manga?
Al parecer, Shinobu lo tenía bastante claro y cuando me disponía a preguntarle comenzó a hablar;

-Shinobu: Esto... Empezarás dibujando esta escultura griega... Para poder dibujar un manga es necesario que aprendas muy bien los movimientos del cuerpo humano, de otra forma te será imposible dibujar tantas páginas en tan poco tiempo... *me ofreció un carboncillo desbordando seguridad, su voz ni siquiera temblaba como solía hacerlo de costumbre*

-Kohaku: Oh, entiendo... *sin más inclinación tomé el carboncillo que el chico me ofrecía y comencé a realizar el boceto*
Shinobu, ¿llevas mucho tiempo dibujando? *sin saber muy bien porqué ejecuté esa pregunta*

-Shinobu: Si, es decir... Yo he dibujado siempre, desde que tengo uso de razón *arqueó sus labios con delicadeza, lo cual no me permitió impedir hacer lo mismo con los mios*

-Kohaku: Ya veo. Me extraña que te interese el deporte, pensaba que los artistas se centraban por completo en sus obras y olvidaban ese tipo de cosas *dirigí la mirada hacia él esperando respuesta, la cual tardó pero, inesperadamente, llegó*

-Shinobu: Llevas razón... De todos modos no es como si mis padres me permitieran hacer mucho deport- *se paró en seco, dando a entender que no era su intención compartir esa información conmigo*

-Kohaku: ¿Qué? ¿Por qu-... *yo también dejé mi pregunta a medias cuando observé de nuevo aquella irónica sonrisa que mostraba tristeza en el rostro de Shinobu*

Pasamos el resto de la clase bastante callados, él no dijo mucho más que indicaciones acerca de mi dibujo...

Qizás no debería haber sacado ese tema, no parece querer hablar sobre ello... Por lo pronto intentaré evitarlo.

Shinobu indicó que se encontraba algo cansado por lo que prefería posponer la lección de basket.
No obstante, insistí en acompañarle a casa, y es que volvía a sentir como si su protección fuese mi deber.

Tomamos el autobus y nos bajamos en la parada más cercana a su casa;
Ahora nos enfrentábamos a un largo camino a pie los dos solos, bajo un mismo paraguas... Y no es que me estuviese entendiendo a mi mismo, en absoluto.

Nada más bajar Shinobu abrió su paraguas ofreciéndomelo; no tardé en cogerlo y, para mi sorpresa, este comenzó a hablar de nuevo;

-Shinobu: Ko-Kohaku, olvida lo de antes, ¿vale? Mis padres son algo sobreprotectores, eso es todo *me dió una pequeña sonrisa, hecho que provocó el fuerte latido de mi corazón y como acompañante un intenso rubor en mis mejillas*

-Kohaku: B-bien *No podía entenderlo, Shinobu era un chico, y a pesar de eso cada vez que sonreía se veía tan dulce... Me hacía querer abraza-* -PLASHHHH- *me dí una gran palmada en mis mejillas intentando detener aquellos estúpidos pensamientos que ni yo mismo era capaz de entender*

-Shinobu: ¿E-Estas bien? *elevó sus manos lentamente hasta hacerme entender que quería depositarlas en mis mejillas, y yo, estupefacto por la situación y con el corazón golpeándome tan fuerte que parecía que iba a salirse de mi pecho, me agaché, dejando así sus delicadas y cálidas manos rozar mi piel*
Kohaku, no hagas eso de nuevo *me dió una mirada algo enfadada y dejó caer sus manos para unos segundos más tarde indicarme que habíamos llegado a nuestro destino*
Ya hemos llegado, muchas gracias por acompañarme, ¿nos vemos mañana domingo para recuperar la clase de basket? *volvió a sonreir y, esto sí me hizo derretirme por completo*

-Kohaku: S-Si, no hay pr-problema *aún me costaba dejar las palabras salir de mí*
Nos v-vemos mañana *hice un gesto de despedida cuando vi que se dirigió a mi por última vez*

-Shinobu: Kohaku, ten el paraguas, ya me lo devolverás mañana *se marchó antes si quiera de que pudiese protestarle*
-----------------------------------------------------------
Aquel fue el camino a casa más largo de mi vida.
No podía dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir y en como UN CHICO me había hecho sentir tan increíblemente incómodo y extraño.
Sin embargo, aún podía sentir la calidez de sus manos en mi rostro, la misma calidez que contrastaba bruscamente con la fría lluvia de otoño.

x x x

Bueno fujoshis y fundashis mios, primero, disculparme por tardar taaanto en subir este capítulo.
La verdad es que he tenido los examenes finales y me ha sido imposible escribir.

IMPORTANTE: He decidido que publicaré un capítulo por semana.

¡Espero que estéis disfrutando de esta historia y la sigáis apoyando!

Un abracito,
Vera (*'∀'*)

Back to our spring Donde viven las historias. Descúbrelo ahora