Lúgubre invierno

Algo qué decir

Y tú fuiste esa persona a la que le confié mis más profundos secretos. 

Quizás no recuerdes pero acababas de terminar con tu novio.

Te conocí de casualidad, me pareciste interesante.

Pero en una conversación te noté rota, habías llorado.

Me contaste todo y te abracé, te ayudé a mantenerte de pie. 

Uní las parte de tu corazón roto.

Te dije que todo estaría bien. 

Traté de hacerte reír.

Traté de verte feliz, alegre. 

Y me lo agradeciste, éramos grandes amigos.

Mis bromas y las tuyas coincidían, tus locuras y las mías eran un rompecabezas que encajaba muy bien.

Pero sigo sin saber cómo alguien más pudo alejarte de mí.

Le creíste a ella y no a mí.

No me creíste, aunque fuera tu amigo, aunque te haya sacado de un mal momento, 

y te haya llevado a estar alegre. 

Tus últimas palabras se marcaron en mí.

Quedaron como un letrero de "Prohibido el paso" en la imagen que tenía de nuestro futuro.

Todo cambió para mí, 

y a ti no te importó. 

El tiempo ha pasado y te sigo extrañando, tú me ayudaste a ser lo que ahora soy. 

Aún recuerdo todo, tu sonrisas por mis bromas tontas.

Recuerdo el día que te dije que tu cama era de hombre por ser verde. 

Ese día me pateaste pero el morado fortaleció nuestra amistad. 

Se me forma una sonrisa torcida al pensar en ti. 

Y luego te guardo como un libro viejo, 

que es muy importante para mí.

Pero no puedo quedarme mucho tiempo ahí, añorando volver al pasado.

Desde donde sea que estés,

aunque quizás nunca leas esto,

aunque si lo haces creas que no es para ti...

te digo que te extraño. 

Y aunque trates de alejarme siempre estaré aquí, disponible. 

Seguro ya olvidaste una promesa que te hice. 

Pero mis promesas siempre las cumplo, 

así que quieras o no me verás una última vez. 

Y en ese momento sabré si me extrañaste,

si aún me reconoces,

o si de verdad me olvidaste. 

Esa será la última página de esta historia.