La invitación

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Era un día con niebla y frío como si estuviéramos dentro de un congelador industrial, al fin y al cabo un día normal en este estupido planeta desde hace más o menos unos veinte años por culpa de la contaminación y descontrolada explotación de recursos naturales en todo el mundo, al parecer ese tal protocolo de Kioto inaugurado hace unos largos años había sido completamente inútil.

Estaba saliendo de la escuela junto con Francisco y Carlos, estábamos dispuestos a ir a casa de Francisco a jugar unos videojuegos de realidad virtual para alejar un poco el estrés causado por la secundaria.

A unas cuantas cuadras nos encontramos a un señor alto vestido de traje y sombrero de copa que no paraba de toser,(cosa que era muy molesta) de seguro llevaba un largo tiempo en la calle, no se recomienda estar fuera por periodos de más de dos horas debido a la contaminación, cosa que al parecer a este señor le había valido un comino, nos entregó unos volantes para una exposición espacial en unos cuantos días, la verdad no le prestamos mucha importancia a esto y seguimos con nuestro camino hacia la casa de Francisco.

Al fin al cabo de unos minutos llegamos a la casa de Francisco, tenía una puerta de tipo esclusa para limpiar todas las impurezas del marchito y polvoriento mundo exterior...

Lo único malo era que teníamos que entrar uno por uno a la descontaminación y ya que esto tardaba unos minutos podía convertirse en algo prácticamente eterno.
Al fin despues de diez minutos todos estabamos dentro de su casa, Francisco era huerfano desde hace dos años que sus padres murieron por culpa del agua contaminada. Desde ese dia los unicos que lo cuidan son unos cuantos programas que controlan la actividad de la casa entera y una chatarra de robot, al parecer era un modelo ASIMO y ni siquiera tenia la IA basica asi que practicamente se tenia que cuidar solo.

Al fin y al cabo empezamos a jugar, y bueno no pasó nada realmente interesante a parte de cuando se le acabo la pila a Carlos.

Ya eran las ocho de la tarde, era mejor volver a casa y dormir, mañana esperaba un largo dia en la escuela y no era muy buena idea andar por las calles a estas horas de la noche.

Ya eran las ocho de la tarde, era mejor volver a casa y dormir, mañana esperaba un largo dia en la escuela y no era muy buena idea andar por las calles a estas horas de la noche

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Aventuras de un joven perdido en el espacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora