Desde que era niña tuve muy claro lo que quería en la vida. Siempre quise ser una reportera reconocida que pudiera cubrir diferentes eventos alrededor del mundo. Nunca sentí que perteneciera a algún lugar en específico y no era alguien que se apegue demasiado a las personas. Entonces no debería ser una decisión difícil, sin embargo, ahora estaba él, Jeon Jungkook. Giro en la cama y lo veo dormido profundamente, se ve tan tranquilo y feliz. Los primeros rayos de luz se asoman y se posan sobre sobre sus oscuros cabellos, haciéndolos brillar. Sin poder contenerlo, acaricio su mejilla. -Buenos días-dice aún sin abrir los ojos y me regala una sonrisa- Te despertaste temprano. -Sí-sonrio y miento- En realidad no había podido dormir bien toda la noche desde que me habían dado la noticia y aún no tenía la más mínima idea de cómo se lo iba a decir. Ni siquiera sabía que iba a hacer con mi vida. -Iré a preparar desayuno-digo y me giro en la cama para levantarme, cuando siento que me abraza y me pega a él. -No- dice haciendo puchero-quédemonos un poco más en la cama,¿sí?- sin soltarme de su abrazo giro para mirarlo y deposito un pequeño beso en sus labios. -Sólo cinco minutos más-bromeo y me acomodo en su pecho, atesorando el momento cómo si fuera el último. -¿Qué pasa?-pregunta al sentir mi abrazo. Después de este año juntos me era imposible esconderle lo que me pasaba. -Ayer me llamaron del trabajo-digo sin saber como empezar a contarle- -¿Pasó algo? ¿Algún problema? -No, no es eso-digo y vuelvo a acurrucarme, pero esta vez él me separa y me mira a los ojos. -¿Entonces? Me siento en la cama y juego con mis dedos. Luego de un momento lo miro y siento que un nudo se forma en mi garganta, haciendo que sea difícil para mí hablar. -Corazón, ¿qué pasa? Me preocupas.-toma mis manos- -E..es solo que-tartamudeo un poco- me...me ofrecieron el puesto que siempre quise-digo y sonrío algo triste- Siento que sus brazos me rodean y cada vez me cuesta más contener las lágrimas. -Felicidades!- sonríe y me da un beso en los labios. -No sé si aceptar-confieso, arruinando su emoción por mí. -Pero que dices ________! Cómo no vas a aceptar?-me regaña- Es todo lo que siempre quisiste! -L..lo sé, pero significa que me iré lejos por mucho tiempo-bajo la mirada- y tal vez no vuelva a verte-susurro. De pronto la habitación se llena de silencio. Kook se queda mirando por la ventana y yo solo atino a levantarme de la cama e ir al baño. Cierro la puerta y abro la ducha, me meto bajo el agua y suelto por fin las lágrimas que estuve conteniendo toda la noche. Luego de unos minutos logro tranquilizarme y salgo del baño. En la habitación ya no hay nadie y aprovecho para cambiarme. -Ya está el desayuno!-grita desde la cocina del departamento y me apuro para ir a comer con él. Llego a donde estaba y me siento. Despues de un poco pone un plato con panqueques decorados con una carita feliz delante mío. -Buen provecho-sonríe y se sienta a mi lado, empezando a comer de su plato. Lo imito y como también. -______ tienes que aceptar-dice kook por fin rompiendo el silencio entre los dos- Has esperado por esto tanto tiempo, no lo desperdicies-dice y me regala una de sus más sinceras sonrisas. Ante sus palabras me quedo callada y continuo comiendo. Después de todo tenía razón, había trabajado todo este tiempo para poder conseguir esta oportunidad y ahora que la tenía en frente se me hacía tan difícil. Si no lo aprovecho me arrepentiré por el resto de mi vida. ~ -Sí, estoy segura. Gracias Señor Kim-digo y cuelgo el teléfono. Ya estaba hecho, no había vuelta atrás, mi vuelo salía mañana a mediodía. Ahora sólo me quedaba avisarle a Kook y alistar mis maletas. Regresé al departamento y empecé a alistar todo, lentamente el armario se iba vaciando, dejando sólo sus cosas. La puerta suena y salgo de la habitación para darle encuentro. -Hola-dice sonriendo y se acerca a mí. Me besa y pongo mis brazos alrededor de su cintura. -Te amo- digo aún apoyada en su pecho. -Yo a ti pequeña-dice abrazándome fuerte- ¿ya decidiste, cierto? -Mi vuelo sale mañana a mediodía- lo miro e intento sonreír- -¿Mañana?-dice algo sorprendido y vuelve a abrazarme- yo te llevaré -Gracias-sonrío y le doy un beso- Para tratar de subir el ánimo a la situación me ofrezco para hacer la cena. Decido hacer su comida favorita y ahora todo empieza a tener sabor a despedida. Poco a poco la realidad llega a golpearme, esta sería nuestra última noche juntos. El sólo pensamiento desata lágrimas en mis ojos que limpio con mi antebrazo mientras termino la comida. Cuando está lista, lo llamo y trato de calmarme para no afectarlo. Nos sentamos y comemos disfrutando de una charla trivial que logra distraernos. Pronto terminamos y él se ofrece a lavar los platos. Recogemos todo y lo ayudo con los platos. -Listo- digo guardando el último plato en su lugar. -Ya que es nuestra última noche-suspira algo triste y puedo sentir que las lágrimas amenazan nuevamente con salir.-quiero hacer algo especial.-dice sonriendo y se acerca a besar mi frente. Toma mi mano y salimos con dirección desconocida para mí. Subimos al auto que compramos hace unos meses. Él maneja mientras yo pongo algo de música en la radio. Luego de unos minutos llegamos a aquel lugar que conocíamos tan bien los dos. El parque de diversiones. Sonrio y bajo del auto, Jungkook toma mi mano y entramos. Aún estaban funcionando los juegos y aprovechamos de subir a unos cuantos. Entre risas, abrazos y besos salimos del parque con algodones de azucar y un conejo de peluche como premio. Subimos de nuevo al auto, según yo para regresar a casa, pero no es el camino que recuerdo. -¿A dónde vamos ahora? -Quiero ver el amanecer contigo- me sonríe. Esa sonrisa,como iba a extrañarla. Esa sonrisa era capaz de mejorar mi peor día. ¿Qué haría sin él? -Está bien-digo tratando de apartar todos esos pensamientos de mi cabeza. Llegamos a un mirador de la ciudad y tomamos asiento en una de las bancas. Me quedo mirando al frente, disfrutando aún la vista nocturna de la ciudad, mientras abrazo mi peluche conejo intentando hacer de menos el hecho de que hacía frío. Apoyo mi cabeza en su hombro y suspiro. -Kookie- logro decir y siento su brazo rodear mis hombros.- te voy a extrañar-confieso. -Yo a ti ______-besa mi frente- pero tienes que estar feliz , cumplirás tu sueño-dice intentando animarme.- -Lo sé, pero tú también eres importante-digo y noto que ya se iba aclarando el cielo- -Ven-dice y toma mi mano. Nos levantamos y vamos hasta el borde. Se para detrás mío y me abraza por la cintura apoyando su barbilla en mi hombro. Poco después el sol empieza a salir. -Te amo tanto- dice en mi oído y las lágrimas empiezan a brotar.- Quiero quedarme así contigo para siempre. Delicadamente me giro para mirarlo a los ojos y tomo su rostro entre mis manos. -Yo también te amo-digo entre sollozos y lo beso.- Si me pides que me quede lo haré-lo miro suplicante. -No puedo hacer eso _______.-dice limpiando mis lágrimas.- no puedo robarte tu sueño de una manera tan egoísta. Me abraza y nos quedamos así varios minutos hasta que el cantar de los pájaros nos trae de vuelta a la realidad. -Deberíamos volver por tus maletas y desayunar algo.-dice Kook sonriendo para mí.- Todo va a estar bien _____.-me ofrece su mano y la tomo, mientras sigo llevando mi conejo en la otra mano. De regreso en el apartamento, Kook me ayuda llevando las maletas al auto mientras yo reviso que no olvide nada y me despido por última vez de todo el lugar. Tomo una pequeña hoja de papel y le dejo un mensaje en la cama junto con el peluche de conejo. Salgo a su encuentro y subimos al auto. Todo el viaje hasta el aeropuerto ninguno dice nada. Me siento absorbida en mis pensamientos, aún dudando de mi decisión. ¿Cómo puedes elegir entre el amor y una oportunidad que no se vuelve a repetir? Cuando por fin estaba segura que él era el indicado. Casi media hora de viaje después llegamos. Nos aproximamos al mostrador de la aerolínea y recojo mi pasaje. Hago pesar mis maletas y regreso hasta Kook. De pronto se anuncia el pre embarque de mi vuelo por la puerta 23 y por primera vez desde que le conté las noticias lo veo derramar una lágrima. Me acerco y la limpio con mi pulgar. -Esto no es un adiós-digo intentando ser fuerte y fallo en el intento al llorar nuevamente. Siento sus brazos rodearme y me acurruco en él. De pronto el segundo llamado de la señorita del aeropuerto hace que otra vez considere la posibilidad de perder mi vuelo. -Ya tienes que ir-dice secándose las lágrimas- -Creo que si-digo resignada- -Pero quiero que tengas esto-dice sacando una pequeña bolsita de su bolsillo y me la entrega Abro el paquete y me encuentro con una cadena y un dije de corazón con nuestros nombres grabados. Sonrío con tristeza y se lo paso para que me ayude a ponérmelo. -Perfecta-dice intentando sonar feliz- -Gracias- digo y me besa como si fuera la última vez. Rodeo su cuello con mis brazos y sigo besándolo sin querer separarme más. -Vas a perder el vuelo- me dice entre besos. -No importa -Si importa-dice separandose.- Te amo ______. -Yo a ti Kookie. Volveremos a vernos- sonrío entre lágrimas. -Claro que si-dice regalándome la última sonrisa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
