Epilogo

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Las cartas fueron guardadas en una pequeña caja plateada sellada con un listón naranja.

Era una extraña combinación, pero eran sus colores favoritos.

Y ella sólo quería hacerlo feliz por última vez.

La caja fue cuidadosamente dejada en la puerta del destinatario.

No estuvo mucho tiempo ahí.

Él no tardo mucho en recogerla y en leer su contenido...

81 cartas de la mujer que había amado hace unos pocos años atrás.

Cada carta que leía le hacía recordar su pasado con ella; y no de una manera dolorosa, sino de una manera que lo llenaba de paz.

Al terminar la carta número 81, lo único que puedo pensar fue en lo afortunado que había sido por haberla conocido.

Y por lo afortunado que es por haber conocido a un nuevo amor.

Un amor que sí le correspondía.

Querido amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora