STYLES <<Criada Desde La Miseria>>

III.

Su mirada se topó con la mia. Fría, impasible, cautivante...así era la suya.

-Dejame ayudarte -la ronca voz salió de sus labios como un relámpago. La piel se me erizó al oirle.

-N-No...yo puedo sola, gracias -dije levantandome sin tocarlo.

Recogí las monedas y la lata, y luego lo volví a mirar.

-Te vi bajar de aquella valla publicitaria. Quisiera ayudarte -dijo escondiendo sus manos en los bolsillos de sus tejanos.

-No necesito ayuda. Estoy bien como estoy -mentí. Estaba cansada de vivir en esas condiciones y pasar frío y hambre, pero no iba a aceptar ayuda de un completo desconocido.

-Tengo los recursos para ayudarte, solo dejame hacerlo -dijo mirándome directamente.

Me abracé a mi misma, pensando en que decidir.

Al cabo de unos minutos, suspire y dije: -Tengo una gata también -bajé la mirada.

-Puede venir -sonrió con satisfacción.

-Pero -lo miré- solo me quedaré esta noche, para comprobar si eres tan bueno como dices, porque no me fío ni un pelo de ti.

-Claro, Eryx. Ya te daré razones para confiar en mi -sonrió. ¿Cómo mierda sabía mi nombre?

-¿Eres alguna especie de psicópata? -dije cruzandome de brazos y levantando una ceja.

-No, solo sé quien eres.

-Mejor voy a por mi gata -bajé la mirada, me di media vuelta y comencé a caminar.

-Te acompaño.

****
Luego de haber ido a por Ceniza, nos fuimos a la casa de aquel tipejo. Era una casa grande y espaciosa, con muchos muebles y lujos.

-No recuerdo cuando fue la última vez que me senté en un sillón de verdad -dije descansando en aquel sillón rojo que estaba en la sala de estar.

-Sientete como en tu casa. Yo iré a prepararte una cama -subió las escaleras.

Ceniza estaba caminando de un lugar a otro mientras olía objetos y observaba el entorno.

La tomé en brazos y le susurré: -Sé que es lindo, pero no podemos quedarnos. No confío en él, ni siquiera sé su nombre -le acaricié el lomo y ella ronroneo.

Espero esto haya sido buena idea...