-Nezumi -llamó Shion al otro con voz suave.
Éste necesitaba hacerle una pregunta que para él era muy importante, ya que era San Valentín y quería algo por parte del pelinegro, que se encontraba acostado en su cama con las piernas cruzadas leyendo como siempre.
-¿Qué quieres, Shion? -preguntó de manera cortante, sin siquiera mirar al otro.
El peliblanco tomó aire -de una manera un tanto exagerada- para luego soltar lo que tanto deseaba.
-Quiero un regalo por San Valentín. -Cerró los ojos con fuerza un momento y al abrirlos de encontró con la profunda mirada gris que poseía Nezumi, que brillaba de manera peligrosa.
-¿Un regalo, dices? -en su voz se notaba lo irritado que estaba es ese momento-. Te rescaté de No. 6, te dejo quedarte aquí, te consigo un trabajo... ¿y aún así quieres que te dé un regalo?
-S-Sí.
-¿Y qué es lo que quieres? -Su tono molesto había desaparecido al ver lo decidido que estaba Shion por conseguir un regalo.
-Quiero que beses mi mano -respondió sin más.
Uno... Dos... Tres...
Nezumi estalló en carcajadas fuertes que hicieron que el peliblanco se molestara e inflara un poco sus mejillas de manera infantil.
Se detuvo de repente, haciendo que la molestia del más pequeño desapareciera por completo. El pelinegro se acercó a paso lento hacia él y por el nerviosismo el otro retrocedió hasta tropezar con el sillón y caer sobre él.
El dueño del búnker, aún con su semblante serio, se inclinó un poco hasta que su rostro quedó a centímetros del de Shion.
-¿Y por qué querrías eso? -Su pregunta estaba cargada de un tono un tanto sensual que iba completamente de acuerdo con su personalidad dominante.
-En muchos libros aparece y yo... sólo quería saber cómo se siente -explicó el peliblanco con las mejillas ligeramente sonrosadas, aunque sólo Nezumi se había percatado de este hecho. Se alejó un poco de él y caminó hasta sentarse en la mesa.
-¿Dejarás de molestarme? -preguntó con fingida molestia, a lo que Shion asintió con la cabeza.
«No me queda de otra», pensó el de cabellos índigos. Shion se sentó correctamente para que fuera más fácil. Arrodillándose frente a su compañero cual príncipe de brillante armadura, tomó la mano del otro con delicadeza. Las mejillas de Shion se encendieron aún más, pero no despegó su vista de Nezumi.
Éste acercó sus labios a la mano del otro para soplar un poco ella antes de besarla, a la vez que cerraba sus ojos.
El antiguo residente de No. 6 estaba sorprendido. No, más que eso. Conociendo la terca actitud de su amigo, creyó que se había arrodillado sólo para luego molestarlo por lo sonrojado que estaba, pero definitivamente no se esperaba eso. Aunque claro, no es como si no le hubiese gustado.
Nezumi se levantó del suelo, mirando fijamente al peliblanco.
-¿Y le gustó el beso, Su Majestad? -le preguntó con una pequeña sonrisa maliciosa-. ¿O ahora debería llamarte «Princesa»?
-¡N-Nezumi! -exclamó Shion sonrojado hasta las orejas provocando en el pelinegro otra fuerte carcajada.
• • •
Lo único que diré, es que las personalidades de Nezumi y Shion no son sencillas ( ̄^ ̄)
→Esperamos que les guste←
-B&S
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•Cortos de Fudanshi & Fujoshi•
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