5ta llamada

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El ojiazul se había pasado deprimido todo el día pensando que había herido lo sentimientos de aquel chico con voz ronca que le dedicaba 5 minutos de su día para decirle cosas bonitas que le subían el ánimo.

Llamada de número desconocido.

-    Hola, Alonso.

Un latido.

- Ho-hola... ¿eso... significa que no estás enojado?

Dos latidos.

Muchos latidos.

- ¿Enojado?- Preguntó confundido el de la voz ronca -¿Porque lo estaría?
- Pu-pues, ayer...
- ¡Ah! eso. Tranquilo, no te preocupes.- En realidad, el chico no tenía idea de lo que él ojiazul hablaba pero no iba a quedar como un tonto.
- ¿Entonces me perdonas?
- No hay nada que perdonar... igualmente, si te hace sentir mejor, claro que te perdono.

Y se le acabó el saldo.

Fin de la llamada.

- ¡MAMÁ! ¡IRÉ A RECARGAR EL CELULAR!.

Gritó el chico de la voz ronca, mientras que él ojiazul se encontraba sentado en su cama mirando confundido a su celular.

Through a cell phone | Jalonso VillalnelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora