8va llamada

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Alonso miraba con detalle a cada compañero de clase que tenía. Se encontraba en Inglés.
Realmente no escuchaba lo que el profesor decía, solamente pensaba en quién de los presentes en el aula era su acosador.

Su mirada se posó en un chico el cuál le llamaba la atención desde hace un tiempo.

"Vaya, sí que es placentero a la vista", pensaba el ojiazul.

Aunque sabía que José Canela jamás se fijaría en un perdedor como él.

De pronto, Alonso sintió una mirada. Volteó a todos lados buscando hasta que cachó a un chico observándolo.

O eso creía él.

Al finalizar la clase, Alonso se paró rápidamente de su lugar y fue hacia el chico que, según él, lo observaba durante la clase.

Bryan Mouque.

-¡Tú! -posó ambas manos en el escritorio del chico.
-¿Yo? -preguntó confundido.
-Tú eres mi acosador, ¡te caché mirándome durante la clase!. -aseguró Alonso.
-¿Acosador?, ¿de que hablas chico?. Yo estaba mirando a la chica que se sienta cerca de ti... -levantó una ceja y se cruzó de brazos.
-¿Q- qué? ¿no estás mintiendo? -habló el ojiazul avergonzado.
-No. Ya me tengo que ir -Bryan se paró de su asiento y tomó su mochila para después dirigirse s la puerta de salida- Suerte encontrando a tu "acosador" -dijo antes de abandonar el salón.

.

El pequeño caminaba por los pasillos algo pensativo. Este tema lo traía muy cansado.

Llamada entrante de Lindo acosador <3

Sus pensamientos fueron interrumpidos.

- NO PUEDO CREER QUE PENSARAS QUE YO ERA BRYAN, DE VERDAD QUE ME CAGO DE LA RISA.
- Hola también, acosador. -habló fastidiado pero con una sonrisa en el rostro.
-    ES QUE JAJSJALFLSDFF NO LO SUPERO.
-    Cállate. -su rostro mostró seriedad- El me estaba mirando en el curso de Inglés y creí que eras tú.
-    Yo sólo te miro cuando tú no me ves, bebé. Ahora imagina que te acabo de guiñar un ojo.
-    ¿Cómo quieres que imagine eso si no sé cómo eres?
-    ¿Con tu imaginación tal vez? Duh. Ahora que dices eso, ¿cómo crees que soy?.
-    Te imagino alto.
-    En eso acertaste. Digo, todos somos más altos que tú.
-    Jaja, qué gracioso eres. -rodó los ojos y de nuevo, una sonrisa se formó en su rostro.
-    Eso te hace aún más especial, lindura. -Alonso paró de caminar y se sonrojó ante aquel comentario.

Fin de la llamada.

Through a cell phone | Jalonso VillalnelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora