Al borde del barco del pirata inglés barbanegra viajaba su madre. Doña trementina Barbanegra. Una mañana subió por la escalerilla del buque en que su hijo estaba apunto de hacerse a la mar. Llevaba con ella el tubo de centrífico que él se le olvidaba siempre. Luego, el barco zarpó.
Doña Trementina pasaba el día en cubierta tejiendo. De sus manos habilidosas salen guantes, bufantas, jerseys...
Los hombres de Barbanegra, abrigados como ositos de peluche, sudaban bajo el sol del trópico. El jefe pirata impuso castigos severos a los desgraciados que se quejaban.
Además de tejer, la señora Barbanegra hacia buñuelos. A Barbanegra le encantaban y los devoraba uno a uno. Pero sus hombres no opinaban lo mismo que él. El último amotinamiento - igual que los tres anteriores - se había producido a causa de los buñuelos. Todo empezó cuando un marinero veterano dijo que prefería ser asado vivo por caníbales antes de comer uno mas de esos adoquines. Y es que los buñuelos tenían un peso y una densidad considerables. Al cabo de pocas semanas la tripulación ya había perdido la dentadura. Ya nadie era capaz de sujetar el sable con la boca cuando saltaba al abordaje. Los hombres terminaron comiendo pescado con la pajita.
Y así asta que un día el vigía avistó un barco.
Barbanegra y Jampier, se retaban con las miradas y de pronto Barbanegra tiro con la pistola y fallo. Jampier tiro y... Casi le da en el corazón. Un buñuelo! Un bendito buñuelo!. Barbanegra tenia un buñuelo en el pecho. Por eso Jampier se rindió. Y todos los de la tripuaccion llevaba un buñuelo colgado en el pecho.
Amotinamiento: rebelión contra los que mandan y tienen poder
Avistó: consiguió ver algo y estaba muy lejos
Se despide Marisa.
