extra.

178 11 1
                                    

Habían pasado ya tres años, y en ese tiempo no habíamos encontrado a ningún ser humano, la mayoría de las casas y edificios estaban completamente calcinados, salvo una puerta que Crisálida encontró, estaba en el suelo por la cual cayó, habían unas escaleras, daban a un cuarto oscuro, aunque a pesar de que estaba en penumbras, nosotras al ser sirenas de nacimientos vivimos mucho tiempo en la oscuridad, lo cual nos hizo adaptarnos a poca luz. Entramos al cuarto y había una mesa enorme.

-¿Qué crees que sea esto Anemone?- Preguntó crisálida.

-Creo que leí algo sobre esto, algunas casas tenían cuartos en la parte mas baja, le llamaban sótanos o refugios subterráneos, creo que es lo segundo- respondí.

Habían varias cajas, las abrimos, dentro tenían botellas de agua y platos con comida seca, algo que alguien utilizaría en tiempos de guerra o cosas de ese estilo. Varias mudas de ropa, una caja grande color blanca con una cruz de color roja en el centro y varias sillas.

Crisálida y yo tomamos la ropa y comenzamos a vestirnos. Abrimos las botellas de agua y comenzamos a comer.

-Creo que todos murieron en la noche reluciente- Dijo Crisálida. Con la noche reluciente se refería al bombardeo que hicieron los humanos para eliminar un virus en la superficie.

-No, están escondidos y muy pronto saldrán, no te preocupes, solo no vayas a decir que eres una sirena

-Ahora somos humanas, no tienes que advertirmelo a diario

Salimos del refugio con varias bolsas con botellas de agua y comida enlatada y seguimos nuestro camino.

Llegamos a una ciudad donde aun habían algunos edificios en pie, pero parecían que iban a caerse en cualquier momento.

Sonó un ruido muy fuerte, algo parecido a una sirena policial o una ambulancia. Caminamos con precaución hacia donde provenía. Era un edifico que parecía diferente a los demás, las puertas eran de metal color gris, y estaba entera la estructura. En el techo había un foco que prendía y apagaba y unos parlantes de donde provenía el sonido.

Las puertas se abrieron, Crisálida y yo nos escondimos detrás de unos escombros, nos asomamos para ver que había detrás de esa puerta y vimos dos personas salir.

Luego se le unieron cuatro mas formando dos lineas y se quedaron inmóviles. Comenzaron a salir mas personas, y mas y mas hasta que se fueron dispersando en un circulo gigante que rodeaba la estructura.

-Crisalida, ven, vamos a unirnos, si preguntan algo tu te llamas cris y yo Ana- Le dije mientras jalaba su mano para ir.

Un hombre salio con un traje blanco elegante y gritó

-¡Después de tres años, hemos regresado! Puede que no sea el mundo que conocimos, pero juntos podremos recuperar todo lo que perdimos-

La gente comenzó a aplaudir y a gritar clamores de victoria, nos unimos al griterío y aplausos. Supimos que este era el lugar al que ahora pertenecíamos y me sentí feliz, por que ahora tenia un hogar junto a mi hermana.

El Secreto De La Sirena BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora