Limón y Canela [Completo]

Capítulo 1- No Muggle [Editado]

Capítulo 1- No Muggle

El cartel seguía siendo tan ofensivo como cuando lo vio por primera vez. Le había parecido la atrocidad más horrible que haya visto en toda su vida y definitivamente no lo podía superar. Pero no le podía dar tanta importancia, no estaba allí para eso y en su lugar se dedicó sólo a tocar la puerta de Draco "el muy maldito" Malfoy, su jefe, a regañadientes.

—Ah, eres tú, Granger —dijo él sin interés luego de haberle dejado entrar.

Eso tampoco debía molestarle, pero falló. Era demasiado difícil tener una pizca de paciencia con él. Y Malfoy no tenía, al parecer, intenciones de hacer lo contrario. Y es que, ¿qué había esperado? Lo observó sentarse nuevamente en su escritorio fingiendo que no había nadie más que él allí dentro.

—Malfoy.

Había siseado con cada músculo crispado como un león a punto de saltar a la yugular de su presa. Pero el rubio no lo notó, estaba ahora muy concentrado leyendo su horóscopo en el diario El Profeta, como para darse cuenta de que podría perder la vida en cuestión de segundos. En las últimas semanas habían estado jugando con fuego y no siempre alguno de los dos había logrado controlarse fácilmente. Las asperezas y los recuerdos seguían allí, recordándoles que, aún cuando ambos no siempre lo sentían realmente, seguían siendo enemigos.

—Señor Malfoy, para ti.

—Señor mierda —se dijo a sí misma en un susurro, dejando sin delicadeza una buena cantidad de documentos frente a él—. ¿Por qué conservas aún esa chapa inútil en tu puerta?

Excelente, no había podido dejar pasar la oportunidad de decir estupideces. Pero bueno, ya estaba allí y las palabras ya se habían soltado. No había vuelta atrás y él tendría que responder.

—No lo sé, el dueño anterior de la oficina lo tenía, ¿por qué yo no? Simple, ¿verdad? —dijo lo último con una sonrisa pedante como siempre —. ¿Eso es todo? Si es así, puedes retirarte —agitó su mano en el aire como si echara algún animalillo repugnante.

Lo fulminó con la mirada y se dio la vuelta. Dio el portazo de su vida y se sentó en el escritorio a un metro de la misma. Secretaria de Malfoy, ni en sus peores pesadillas eso habría podido suceder.

La realidad era una mierda. Una verdadera y gran mierda.

~*~

—Debiste decir que no —le dijo Harry una vez más como hace una semana atrás —. Eres la mejor, pero se abusan, tú lo sabes.

—No me estás ayudando, Potter.

— ¿Y qué esperabas? ¿Aliento, esperanzas? No, definitivamente uno las pierde con él —la observó con pena, era horrible aún más sentirla por ella —. Sé que esta misión es importante, pero ni yo siendo el jefe, aceptaría algo como eso. Debiste decir que no.

Hermione tomó un pequeño sorbo de su café amargo. No se le ocurría qué decir, Harry tenía razón. No había nada más cruel que eso. ¿Pero resignarse? No era propio de la Hermione Granger que ella conocía.

—Debo resistir.