Capitulo 1.2: FRAGMENTOS DE UNA VIDA

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*Recomendación: Ballons de Mandopony

Entre la música y las estrellas, se podía escuchar como resonaba el eco del sonido de risas, unas que se equiparaban con el tintineo de los cascabeles, dejándose llevar por el viento. Más que estas no eran unas simples risas, mucho menos comunes, estas tenían la capacidad de llenar con los más atesorados recuerdos de antaño a cualquiera que les escuchase, recordandoles los tiempos más simples, cuando uno se maravillaba de la inmensidad del mundo sin ser cociente del peso del mismo. Estas eran risas puras e inocentes, rebosantes de alegría y emoción, un complemento perfecto para la música que provenía de la fiesta que tenía lugar en la choza cercana al muelle.
Justo en la distancia entre ésta y el mar, se encontraban los dueños de dichas risas; un grupo de 5 pequeños que seguramente rondaban entre los 10 y los 12 años.
Cada uno de ellos bailando, si, tal vez no de un modo estilizado ni mucho menos coordinado, pero si con un animo inconmensurable.
Éste peculiar ensamble era encabezado por dos niñas que obviamente solo podían ser gemelas con una piel de un bronceado claro y sus collares a juego con una llave al cuello. Las dos contaban con un cabello café tostado, aún que cada una lo tenía más opaco o brillante que la otra. Estaban peinadas con el mismo corte de una melenilla hasta los hombros con un fleco simple junto con un pasador de estrella al otro lado de la cabeza, pero cada una lo traía en el lado opuesto de la otra , siendo uno dorado mientras que el otro brillaba color plata. Traían ropas de semejante estilo, pero con diferentes colores y con sandalias a juego, la del pasador dorado traía una playera de manga larga y de color naranja claro con rayas blancas debajo de la cual salía el resto de un vestido amarillo claro con bordados en la orilla, por su parte la dueña del pasador plateado traía un vestido similar al de la otra, de un color azul añil con los mismos bordados y encima una una camisa desabrocada,de manga corta color blanca. El único rasgo que en realidad les diferenciaba una de la otra , sin contar sus vestimentas y comportamientos, era el peculiar detalle de sus completamente dispares colores de sus ojos puesto que la 1ra los tenía castaños con un toque cobriso mientras que la 2da los tenía de un color grisaseo verdoso.
Detrás de ellas venía otro par de niños, pero en éste caso eran un chico y una chica. El tenía el cabello del color del evano y unos ojos azul eléctrico, su tez era pálida más no blanquecina, tenía una cadena oscura en la muñeca con un adorno de color azul oscuro al igual que traía puestos unos pantalones de mezclilla con unas zapatillas de arena azules oscuro al igual que una playera de manga corta de color gris. Por su parte la chica tenía unos ojos del color verde de la brisa y una tez bronceada bañada en pecas con un collar café de nudo doble con un colgante vede bosque en forma de lágrima que contrataba con melena lacia y rojiza como el fuego que le caía hasta la cintura, melena la cual aparentemente intentaba controlarse con una cinta color verde olivacea en la cabeza a estilo de diadema, pero sin mucho éxito, su vestimenta era un sencillo vestido de tirantes color blanco y con un cinturón café a juego con sus sandalias, más su aspecto daba a entender que era demasiado traviesa e inquieta para mantener limpios sus ropajes.
Cerrando la comitiva, un poco más apartado, se encontraba el que a tosas luces era el mayor de todos ellos. Sus cabellos y ojos eran de un tono castaño rojizo como una tarde de otoño, que se acoplaban perfecto con su tez color café con leche, al cuello tenia una cadena con dos placas de metal con lo que parencian pequeñas con algo grabado encima, traía puestos unos shorts caqui y unas zapatillas para la arena negras, también una playera blanca pero con mangas cortas de color rojo tostado.
El pequeño grupo bailaba aproximándose en dirección al muelle sin ninguna preocupación, pero y tampoco con alguna supervición de un mayor.
A causa de sus juegos no percibieron como el cielo se ponía cada vez mas plomizo y el mar se picaba aun más a cada paso que daban.
Poco tiempo se necesito para que al fin llegasen al pasillo de madera construido con bigas reforzadas con acero.
La mayoría caminaba por la pasarela con dirección a la orilla de la misma, en específico la chica de naranjo tenía más ganas que el resto de sus compañeros por lo que salió disparada adelantándose a todos los demás, pero dos resegados se mantenían al lado opuesto del muelle.
Aparentemente la pequeña del vestido blanco y prendedor de plata compartía el mismo entusiasmo que su gemela, negandose rotundamente a pisar el muelle, le tenía pavor a la simple idea y estaba al borde de las lágrimas, así que el mayor del grupo se quedo a su lado tratando de reconfortarla con un abrazo para que se calmara un poco. Después de un rato accedió sólo si y empezaron su camino para alcanzar a los demás sujetos de las manos.
El moreno y la pelirroja se percataron del retraso de sus compañeros para cuando se encontraban a la mitad de su camino, así que decidieron para ahí mismo para esperarles.
Mientras tanto la 2da gemela ya había alcanzado su meta, tan eufórica que ni se percato de que ninguno de sus amigos ni su hermana venían con ella. Sin darse cuenta que algo no cuadra dentro de esa escena, unas sombras que reptaban entre las inmensas olas de una tormenta que se arreciaría en cualquier momento.
En ese momento las dos parejas se habían encontrado a la mitad de el inmenso camino u avanzaban a un paso considerablemente lento, casi con miedo, aunque en realidad no tuviesen una razón alguna para ello. Pero caminaban tranquilamente con la compañia de los otros, como si nadie pensara en que estaría haciendo la gemela que se había adelantado, al menos así fue, hasta que escucharon en el aire el crujir de la madera al romperse y el desgarrador grito de su amiga.
La lluvia se soltó en ese mismo momento, estavan todos paralizadospor un miedo descomunal que les elava la sangre, fue cuando resonó un horrendo sonido que se asemejaba a una risa le dio pie al el 2do grito de la niña, que su gemela reacciono corriendo a por su hermana. Mientras los otros parecían apenas haber salido del trance pero aun sin entender que pasaba del todo, la situación no tenia lógico.
Corrieron en la dirección donde estavan las hermanas pero pararon en seco, se les callo el alma a los pies al ver como unas criaturas espantosas .con sonrisas retorcidas llenas de colmillos y ojos amarillentos casi reptilianos, sostenían a las chicas entre sus garras, perforandoles la piel causando que sangraran. Antes de que las chicas pudiesen gritar, las criaturas las arrastraron con sigo al agua por medio del agujero que habían creado a través de las tablas de madera del muelle. Permitiendo así solo escuchar entre gemidos y ahogos las voces de las gemelas.
Los menores no podían moverse, solo se quedaron observando como esas criaturas se adentraban cada vez mas en las profundidades del agua.
Más derepente una luz cegadora lleno todo lo que les rodeaba, el agua y el viento rujia entorno a ellos jalandolos con todas sus fuerzas, se encontraban en el ojo del huracan.
La imagen se volvió oscura, ahora solo se escucha una mezcla entre grito y solloso, como si todo el dolor y amargura que alguien pudiese sentir se liberara en aquella catarsis, el sonido del dolor desesperante de perder una parte de la esencia.

...

Una imagen borrosa, una voz seca y una risa jocosa causan que habrá los ojos...

Otra vez ese sueño
...

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N.A: Como ya escribi en el capitulo anterior, estoy corrigiendo de a pocos. Tenedme paciencia xD

Pd:La historia va muy lenta, pero espero q os este gustando :)

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