*Recomendación: Crazy de Gnarls BarkleyLos rayos de un perezoso sol de medio día entraban por las ventanas del salón de clases permitiendo observar las finas motas de polvo que caían sobre los muebles, mientras que un aire denso y espeso se percibía entre las cuatro paredes creando una atmósfera somnifera junto que con el débil tic-tac del reloj en el muro al fondo, un pesado silencio que habitaba en cada esquina del lugar, sonaban como la perfecta armonía, de esas que le invitan a uno a tomar una siesta de media tarde.
Claro esta que casi todos los presentes que ocupaban un lugar en las mesas de trabajo de la habitación, aceptaron de buen agrado dicha invitación. Exceptuando a un señor al que se le notaban los años en su inmaculadamente peinada cabellera blanca, la que contrastaba perfectamente con su tez marrón claro, el hombre llevaba puesto un saco de trabajo y unos pantalones formales a juego, zapatos bien lustrados y un reloj plateado , del mismo color que el armatoste de sus espejuelos,en la muñeca; se encontraba sentado detrás de un escritorio al frente del salón, con una pizara a sus espaldas donde se podía leer escrito en tisa: "salón de castigos".
Unas marcadas arrugas de disgusto sobresalían en su frente, completamente harto, hasta que derramó su última gota de paciencia al notar como una de sus alumnas de las últimas mesas se dejaba llevar por los brazos de morfeo de la manera más descarada, ¡hasta usaba la mochila como almohada! Aquella chica simplemente no tenía remedio, aunque ella hace mucho que se rindió de intentar comprender del todo el porque la mayoría de sus profesores le tenían una mania descomunal.
- ¡ Señorita Hart ! - tronó de repente la rasposa e impaciente voz del profesor - expliqueme usted la razón por la que tengo que despertarla de su idilio cada una de las seciones que a estado en este salón todos los días de este curso - se le notaba que cada vez se encontraba más irritado - ¿O es que acaso quiere desperdiciar otras 5 horas de su tiempo y de sus compañeros en este último día de clases?-
Estas meras palabras fueron suficientes no solo para despertar a todos y cada uno de los compañeros de la chica, sino que también provocó que todos involucrados en esa amenaza le dedicara una envenenada mirada de desprecio con una clara dedicatoria.
La chica se desesperezo cual gato, estirandose y con cara de placer, mientras pasaba de largo las ponsoñosas miradas de quienes la rodeaban - Perdone usted profesor Hernandez, pero como usted dijo, es el úlimo día de clases, inicio del verano - una repentina sonrisa de satisfacción empezó a brillar desde lo más profundo de la mirada de la chica - así que usted digame, ¿Qué tan contenta estaría su esposa a sabiendas de que usted pasara 5hr extras aca?, lo cual, seguro que les hara perder el avión de su viaje -.
La ira retenida dentro del hombre era perfectamente visible en el enrojecimiento de su piel y la vena punsante que se le marcaba en el cuello, su indignación simplemente no tenía cabida en ningun lado, sobre todo a conciencia de que la chica estaba en lo correcto.
- Con esos argumentos queda más que clara su impertinencia jovencita, más sus compañeros y yo mismo no tenemos porque lidiar con sus delirios de rebeldia - sacó del cajón un block de reportes y una pluma - Pero en consideración a su actitud,no tengo de otra, tome señorita Hart, su 1er reporte del siguiente semestre -.
La chica estaba que no se lo creía, pero no podía dejar que el profesor se regodeara en su "victoria", por lo que se dirigió hacia el escritorio a recojer el papel que le extendía el maestro, para después regresarse a su asiento al final de aula.
A pesar de su actitud altanera, en sus ojos grises se podía notar perfectamente como se oscurecían y nublaban, igual que el cielo antes de la tormeta, más justo en medio de su ojo, entre esta y la negra pupila, se encontraba un anillo café cobrizo que se asemejaba a un fuego que solo se habibaba con la fuerza de la tormenta. Su copete color caoba le proporcionaba una buena tapadera de su reacción al igual que le permitía el ignorar con mayor facilidad, como mínimo a la mitad de los presentes.
El resto de su cabellera le llegaba a la altura de los omoplatos, callendole sobre del gorro gris de su chaqueta de piel negra del mismo color que sus zapatillas.
Tomó la nota con una mano llena de anillos y con múltiples pulseras, entre las cuales se podían observar múltiples cicatrices lateadas contrastantes con su palida tez.
Volvió airadamente a su asiento junto a un chico de gafas y cabellera oscura, lacia y larga, el cual le miraba con cara de un angustiado reproche. Mientras que en la mesa de adelante, una chica rubia con un califotniano dorado tostado y chaleco suelto del mismo color, se burlaba deliveradamente de su situación.
Media hora después terminó la hora de castigo, todos empezaron a guardar sus cosas y a reunirse con sus respectivos coros para platicar de sus planes para las vacaciones.
La rubia se le acerco a la castaña con una sonrisa jocosa, con las claras intenciones de jactarse de la actual situación de la otra.
- Parece ser que acabas de establecer un nuevo record querida - su maliciosa sonrisa inmaculadamente blanca, que hacia juego con su bolsa del mismo tono, se ensanchaba con malicia a cada palabra - Creo que eres la primera persona a la que le mandan detención antes de que empiece el curso -.
La castaña pasaba de ella mientras se colgaba la mochila vieja al hombro y se dirigia a la puertela trasera sin dirijirle palabra alguna.
- Dejala Victoria - le defendió el muchacho de gafas - no tiene ninguna gracia -.
- Metete en tus asuntos nerd - comento enfurruñada la chica - no importa que la defiendas, ella seguira sin fijarse en ti cuatro ojos - se burló despectivamente antes de voltearse y dirijirse a la puerta frontal del salón.
El chico guardó silencio mientras observaba como la rubia se encaminaba a la puerta delantera del salón para salir. Después volteó hacia donde recordaba estaba la castaña para hablarle, pero se detuvo al notar que ya no había nadie a su lado.
Con cara de ofendido y un poco divertido, fijo curso hacia la puerta trasera del aula,para acceder al pasillo lleno de casilleros para acercarse a su amiga.
- No tenías porque dejarme atrás- protesto recargandose en el casillero aledaño al que estaba abriendo la castaña- bien pudiste haberme esperado-.
Aun sin contestar, la chica empezó a sacar cosas de su casillero para guardarlas en su mochila, al terminar, agarró un skate y cerró la puerta de metal.
-Perdona, no tenía animos ni ganas de aguantar ver como babeas por Victoria- se burló mientras se encamimaba a las escaleras al final del corredor.
-...- El de espejuelos, tardó un poco antes de reaccionar y darle alcanze a la joven- oh vamos, ¿cuando vas a dejar de recriminarme el que ella me gustara antes? -...- Aparte que me quede para defenderte, aunque tampoco es que lo necesites-.
-Ya sabes que lo digo por molestarte viejo- empezó ella mientras bajaba las escaleras con una media sonrisa en los labios, se le notaba mas relahada y alegre que en la sala de castigos.
-Ya pero aun así. - protesto el suso dicho que antes de proseguir se vio abruptamente interrumpido...
- ¡¡¡Rorian Williams!!!, ¿¿¿Dónde demonios estás???, ¡¡¡se nos va a hacer tarde!!!- resono estrepitosamente la voz de una chica desde el piso inferior.
Pero con solo escuchar dicha voz, una mueca apareció en el rostro de los jovenes en las escaleras, que se voltearon a ver y tras tragar se aventuraron a seguir bajando.
Al llegar al pasillo inferior pudieron ver que a su izquierda se encontraba aun un grupito de personas que se encontraban en detención con ellos hace unos minutos. Más pudieron notar que algo malo sucedía cuando calleron en cuenta de que los anteriores les veían burlescamente, obviamente encabezados por la abeja reina del colegio: Victoria.
-Con que ahora te dignas a aparecer, debí imaginar que te encontrabas con ella- dijo la voz femenina de hacer rato a las espaldas de la castaña y el moreno.
Quienes voltearon lentamente para encontrarse con un chica, bloqueando la puerta de salida, muy parecida al de espejuelos, con la misma piel color leche y ojos grisaseos, más que ella era mas chaparra e iba vestida de una manera mucho más formal que los ahí presentes, aunque esto no suavisace la mirada asesina que le dirijía al pobre moreno.
Se acercó a sancadas, que por su tamaño no eran muy largas pero, mucho mas rápido de lo que pareciera, se colocó al lado del chico y le sujeto de la oreja para bajarlo lo suficiente para gritarle todos sus reclamos en la cara.
Al contemplar esta escena, la castaña sintió lástima por su amigo, pero sabía de primera mano que no debía meterse con la chica cuando se ponía en plan de fiera. Por lo que se decidió a fijar rumbo hacia la puerta.
Ya cuando estaba más o menos a un metro del barullo, se montó en su skate y siguió con su camino aprovechando que la gritona le había dejado la puerta abierta.
Estaba apunto de saltar para derrapar en la barra de las escaleras de salida, cuando de la nada alguien se puso en medio, no pudo más que virar un poco para tratar de evadirlo, cuando sintió que el chocaba hasta rodar escaleras abajo y dar en el piso.
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N.A: Alfin volvi a ruedo, perdonar la tardanza, el colegio me satura... Aparte de que no sabia como seguir xD
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Ya estoy empezando el cuarto capitulo.
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Espero que lo esten disfrutando....1642
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Quantum Zodiac
FantasyTodos conocemos la tipica historia en la que nuestros jovenes héroes descubren y se adentran a un mundo nuevo y fantastico al que resulta que siempre han pertenecido. Y pues esta no sera diferente a estas, si, tal vez esta historia cuente con menos...