Llego el día que tanto había esperado, puede sonar incluso raro si viene de mi, pero es que con todo esto que ha pasado no he podido pensar en nada más que en esto. Al levantarme mucho más temprano de lo habitual mi madre se quedo sorprendida, ya que cuando ella apenas iba a despertarme yo ya estaba más que guapa y lista para marcharme a la preparatoria.
– ¿Te sientes bien cariño? –pregunto mi madre.
– Sip –proseguí pintando mis labios.
– ¿A qué va esto he?
Me le quede mirando por algunos segundos sin decir ni una sola palabra, no sé de qué rayos me estaba hablando, buen en realidad sí, porque seguramente aun esta extrañada de mi repentino cambio. Pero decidí hacerme la inocente. Tome mi mochila del suelo y camine hasta ella para despedirme, no quería seguir platicando de esto, lo único que ansiaba era ver a mi profesor preferido.
– No hagas ninguna tontería, amor –me tomo de la barbilla y me obligo a verle a los ojos.
– Mamá... ¿te encuentras bien?
La vi asentir, esta vez ella agacho la mirada y me entrego mi móvil que por cierto saco de su bolsillo trasero del pantalón. El corazón se me acelero al instante y la respiración me faltaba. Mierda. Soy una idiota, no hay duda. Recuerdo que ayer me quede dormida en la sala mientras le enviaba fotos comprometedoras a Justin, y él a mí. No puede ser. No hay duda de que mi estupidez va para más.
– ¿Es el profesor que te ha dejado en detención varias veces? –asentí y escuche como suspiro- Voy a hablar con el...
– No, oye, no... Por favor, no lo hagas –le suplique- Yo hice todo esto mama, es mi culpa.
– Solo espero que sepas bien lo que haces, mi amor –fue lo último que dijo antes de marcharse de mi habitación.
***
Llegue al salo de clases y como aun era temprano no había nadie, lo primero que hice fue tirar mis cosas al suelo y sentarme al lado de ellas con mis manos cubriendo mi rostro. No puede estar pasando esto, si mi madre le cuenta a mi abuela de mis mensajes con Justin, o mucho peor, si se lo dice a mi padre seguramente me sacaran del colegio y me enviaran con mi tía Julie a Texas, para que alimente a sus vacas y no piense en nada más que en el campo, estiércol, ganado y moscas.
Sé que no he sido una chica buena pero aun estoy a tiempo, yo sé que puedo dejar de ser tan bocazas, zorra, tonta, descerebrada y calienta bolas. Y que puedo aplicarme en el colegio, tener altas notas, abstenerme de novios, penes y todo lo que conlleve al sexo. Pero tener de profesor a Justin Bieber no ayudaría en nada.
– Buenos días –lo escuche decir a mi oído- creí que no cambiaria tu costumbre de llegar siempre tarde...
Levante mi cara para verlo con ese traje negro que tanto le favorecía y le hacía ver mucho más recto y seductor al mismo tiempo. Cuando vio que no reí junto a él se agacho para quedar a mi altura y dijo:
– ¿Pasa algo?
– ¿Crees que soy una zorra?
Me miro, me miro y me miro sin decir nada. Tal vez no comprendía a que iba mi pregunta pero era muy necesario para mí saberlo. Si lo era, necesitaba que el mismo me lo confirmara, bueno más de lo que ya estaba.
– ¿Por qué me preguntas eso?
– Responde...
– Claro que no –se levanto del suelo y camino a su escritorio.
– Si lo piensas, por eso no me vez a los ojos. Crees que soy una puta –cerró la puerta de golpe.
Camino hasta donde yo me encontraba, me tomo entre sus brazos y me beso. Sentía su lengua recorrer cada parte de mi boca, saboreando y saciando su hambre de mi, y yo mi hambre de él.
– Lo único que pienso es que eres hermosa –sonrió sobre mi boca.
Continuamos besándonos por algunos segundos mas pero por desgracia nos tuvimos que separar, aun estábamos en el salón de clases y no podíamos andar dando nuestros espectáculos aquí.
– Buenos días profesor –alguien dijo detrás de nosotros.
- Buenos días, Jackie –"mi amiga".
El regreso a su escritorio y yo me dirigí a mi lugar, sabía que ella tomaría asiento justo al lado mío, así que lance mi mochila en la silla de al lado para que no lo hiciera. Se quedo viéndome mal por algunos segundos, después solo rio y lanzo mi mochila a un lado.
– ¿Dónde cojones te has metido? –busco mi mirada- ¿Estas molesta por lo del viernes?
– No –tome mi móvil e hice como que estaba demasiado entretenida en este.
– Claro que lo estas, pero mira, todo tiene un porque –por fin la vi a los ojos- lo que pasa es que el profesor Bieber, dijo que no te molestáramos –sonrió.
Y efectivamente me gire a verlo y también tenía una sonrisa, y el muy idiota se atrevió a regañarme después de eso.
– Ya no importa, perra –continúe viendo mi móvil.
– Que genio, mujer –volvió a reír- de seguro es porque nos viste con tu ex novio ¿verdad? Cálmate, el nos hablo, nos dijo que en verdad lo sentí y quería recuperarte...
– Seré idiota si vuelvo con él.
– Anda, dale otra oportunidad –suplico- con lo bien que la pasaste con él, no te hagas. –se acerco a mi oído y me "susurro", digo "susurro", porque hasta Justin seguramente escucho- Con lo bien que te hacía el amor...
Cansada de escucharla me puse mis auriculares, escuche algo de música solo por un rato mientras llegaban mis demás compañeros. Mi móvil vibro encima de mi mesa, lo cogí y vi que era un mensaje de Justin:
De: J. B.
Te veré saliendo de clases en el estacionamiento. Te vez hermosa con esa falda.
PD: De aquí puedo ver tus lindas piernas.
Sonreí al ver su mensaje y ya puedo imaginarme para que me quiere ver saliendo de clases, y ya que me estaba viendo las piernas pondría esto más interesante. Aprovechando que estaba sentada hasta la parte trasera y que nadie más que el podría verme de frente, abrí un poco más de lo normal mis piernas para que su vista fuese mucho mejor.