Estos últimos días han sido una real mierda. Y de verdad, disculpen mi lenguaje pero así lo han sido.
Las pesadillas consumen mi cabeza de día y de noche, me hacen despertar sudada, asustada e incluso a veces me despierto llorando de los angustiosos y horribles que pueden llegar a ser. Otras veces los veo, aún estando despierta, logran asustarme y convencerme de que son reales, más reales de lo que podría imaginar.
Me gustaría que las cosas fueran diferentes, y no solo con respecto a esto... Sino con respecto a todo.
Tengo ojeras enormes en mi cara, mi cuerpo pesa, al igual que mis parpados, y vivo con sueño, pero al caer la noche eso cambia, y el sueño se va dejándome viendo el techo por horas, sin saber que hacer, matándome lentamente con susurros y alucinaciones eternas.