Dios, no sé por qué no he podido pegar ojo durante toda la noche... Bueno, la verdad es que sí que lo sé, pero no entiendo el motivo por el cuál he pensado en eso como si mi vida dependiera de ello.
¿Qué habrá querido decir esa anciana? Esa es la pregunta que ha rondado en mi cabeza durante más de ocho horas seguidas, y por eso ahora necesito cantidades industriales de café para estar despierta. Incluso puedo decir que mi pupitre se ve de lo más cómodo para descansar mientras "La loca" habla sobre algo relacionado con una x y con una y....
- ¡Señorita Rodríguez! - oigo que gritan, mierda - ¿Puede repetir lo que estaba diciendo? - al levantar mi cabeza noto que la voz proviene de "La loca". Doble mierda.
- Mmm... ¿algo sobre una x y una y? - pregunto en mi mejor intento de reflejar que escuchaba lo que decía, mientras los demás se ríen.
- Ya... una x y una y ... - dice la profesora - ¿Le gustaría explicárselo al director?
- No, no, no, no, no. Le prometo que no volverá a ocurrir - le digo - Lo que pasa es que he tenido una muy mala noche.
- Más le vale que no vuelva a ocurrir... - dice por último antes de girarse y escribir en la pizarra cosas que no entiendo.
Seguramente la anciana está loca y ya, ¿verdad? Sí, seguro que es eso, pero igual necesito café.
- Mía, te amo, pero tu cara luce peor que cuando tienes resaca y llevas todo el maquillaje corrido. Incluyendo cuando has vomitado en la misma fiesta - dice mi hermosa, hermosa y sincera amiga Carla mientras estamos en el bar del cole.
- Es verdad Mía - afirma Alejandro - Eres guapa, pero hoy te ves como una mierda guapa.
- Vaya... ¿para qué querer enemigos cuando los tengo a ustedes? - digo con mi sonrisa más falsa mientras bebo el dulce elixir que se encuentra entre mis manos (sí, café).
- ¡Oh vamos! - exclama Carla - no seas melodramática. ¿Es que no te has visto hoy en el espejo?
Justo cuando voy a responder pasa mí no tan querido ex y para mi mala suerte ha escuchado esa pregunta...
- Wow, o sea que, ¿alguien más que yo ha notado lo horrenda que estás hoy? - pregunta con diversión, provocando, de nuevo, que los que lo han escuchado se rían para seguirle el rollo.
- O sea que - digo imitando su voz - ¿alguien más que Carla y Alejandro se ha fijado en mí hoy? - pregunto, a sabiendas que esa pregunta le molestará.
Él me mira con odio y por último se marcha, no sin antes enviarme a la mierda en un susurro no tan bajo. Egocéntrico. Orgulloso. Estúpido. Sinónimos de José.
- Él es un completo idiota - dice Alejandro mirando hacia donde ha marchado José - No entiendo cómo pudiste fijarte en alguien como él - "y no en alguien como yo", pero no lo dice.
- ¿Quieres parar con eso de una vez? - le pregunto algo enfadada - Cuando nos conocíamos era diferente y no un completo imbécil.
- Bueno... - comienza a decir Carla cuando nota la tensión en el ambiente - creo que mejor y vamos para clases que ya mismo toca el timbre.
- Vale - decimos Ale y yo al unisono con el más mínimo interés en llegar puntales a clase.
Mientras hacemos nuestro camino hacia las aulas, una frase llega a mi mente: Tú eres la elegida, sálvanos a todos antes de que sea demasiado tarde. Y espero que no se vuelva a repetir ya que hoy quiero dormir.
Decir que estoy muerta es quedarse corta. Tan solo son las ocho de la noche, pero ya no puedo con mi vida. A penas he llegado a casa he hecho los deberes lo más rápido posible, me he dado una ducha y he cenado un sánduche, así podría dormir más. Antes de acostarme en mi cama y caer rendida en los brazos de Morfeo, miro mi móvil para concretar si mañana quedamos o no con Alejandro y Carla para hacer el trabajo de biología (la única clase que tenemos juntos). Como a todos nos va bien decidimos quedar al salir de clases e ir a mi casa, así puedo recoger a Alicia.
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INVASIÓN © <<PAUSADA>>
Science FictionMía es una chica normal, o al menos lo más normal que uno puede ser a sus dieciséis años. Va al instituto, tiene dos mejores amigos, Carla y Alejandro, tiene un padre y una madre, Fernando y Abril, y una hermana de cinco años llamada Alicia. Como he...