Por la gran insistencia que puse, logré que mi mamá también fuera a terapia. En un principio decía en que no quería ir porque consideraba que no lo necesitaba (ya veo de dónde salí), pero creo que una persona que perdió a su hija, su esposo la abandona y su única hija viva está completamente loca, por supuesto que sí lo necesita. Tuve que insistir mucho para que aceptara, pero una vez convencida no faltó a ninguna de las citas pautadas por su psicólogo, cosa que para ser sincera me hacía sospechar un poco; a lo mejor se estaba viendo con alguien y no me quería decir. No creía que era el psicólogo pero tal vez alguien más.
- ¿A qué hora sales de terapia?- pregunté mirándola
fijamente.
- Suspiró- ¿Vas a empezar otra vez Eleonor?
- ¿Empezar con qué si solo te estoy preguntando?
- ¡Claro, solo preguntando!- responde sarcástica.
- Sonreí- No seas amargada, a mí no me molesta que salgas
con alguien.
- ¡Ya te dije que no estoy saliendo con nadie, deja de insistir!
- Suspiré- ¿Por qué?
- ¿Cómo que por qué?
- Sí, no entiendo por qué no te atreves a olvidar al idiota
de Abraham.
- No hables así de él, es tu padre.
- Díselo a él porque parece que no lo recuerda.
- Me miró y suspiró- No quiero pelear. – me agarró la
mano- Te prometo que cuando esté saliendo con
alguien te lo voy a decir, pero en este momento – se
quedó callada unos segundos y se sonrojó- solo somos
amigos- sonreí.
Actualmente ya no son "solo amigos" me lo presentó y nos llevamos bastante bien, incluso mucho mejor de lo que me llevaba con Abraham, claro que es muy difícil llevarse bien con alguien que ya no vez más. Desde el día que se fue no lo volví a ver y sinceramente no es algo que me gustaría hacer y aunque suene triste, puedo decir que mi vida es mucho mejor desde que él no está.
ESTÁS LEYENDO
Letras Marcadas (Letras Suicidas #1.5)
Novela Juvenil4 de enero de 2014 E s increíble lo que una persona puede cambiar en un año, hoy en día leo mi antiguo diario y las palabras parecen ajenas a mí, escritos por una niña inmadura y perdida, no es que ahora sea no sea una niña, pero no estoy tan perdid...