4 de enero de 2014
E s increíble lo que una persona puede cambiar en un año, hoy en día leo mi antiguo diario y las palabras parecen ajenas a mí, escritos por una niña inmadura y perdida, no es que ahora sea no sea una niña, pero no estoy tan perdid...
Hoy pasó un año desde que prometiste que sería posible estar con ese amor, estar con aquel fantasma del que me había enamorado como una tonta, aquel que me hizo creer en cuentos de hadas diciendo y fingiendo que era él quien me escribía, ayudándome a ser más fuerte o simplemente aparentando que me ayudaba.
Hace un año que lo entendí, no eras tú ese fantasma que mi mente decidió inventar, sino aquel chico tonto que no paraba de hacer chistes de suicidas mientras yo en una camilla deseaba morir. Sé que ahora te hace gracia escucharlo pero te odiaba en ese momento ¿a quién se le ocurre molestar a una chica que se acaba de intentar suicidar? solo a ti y aunque me cueste admitirlo te lo agradezco, me ayudaste a levantarme y hasta el día de hoy no me dejas caer. Odio ser tan cursi y lo sabes, para eso estas tú, pero hoy me toca a mí darte las gracias por existir y decirte que te amo, te amé y a pesar de esto te amare.
A las 11:10 de la mañana intenté suicidarme hace más de un año y a esa misma hora en cada uno de tus comentarios me hiciste volver a creer en mí, volver a nacer. Hoy, a las 11:10 de la mañana te digo no pienso desperdiciar ni un segundo de la nueva vida que tengo gracias a tu ayuda y quiero que sepas que a partir de ahora estés donde estés te voy a extrañar.
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