CARTA XIV:

23 1 0
                                    

Querida Scarlet: Has aparecido. Finalmente, ¡Estás aquí!
Yo entré en la institución y pude divisarte entre la gente. Sin pensarlo dos veces, me eché a correr y me abalancé sobre ti. Tú estabas sorprendida, pero sonriente correspondiste mi abrazo. Se sintió tan bien volver a recuperar el aliento, Scarlet. Ese que había perdido desde que no volví a verte.
Cuando nos separamos, noté que estabas diferente. Y me dí cuenta de que tu sonrisa estaba rota, tus ojos reflejaban tristeza y desaliento. Tú no querías que nadie supiera y te movías nerviosa de aquí para allá. Supe que algo andaba mal, pero acepté que no quisieras contarme... después de todo, yo no significaba nada, ¿verdad?

Querida Scarlet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora