CARTA XVIII:

15 1 0
                                    

Querida Scarlet: Aún sigo sin poder creer lo que he visto. Tú has fumado en frente de mis narices. ¡No entiendo porque lo haces, Scarlet! ¿Acaso eres tan infeliz?
Hoy te he visto, nuevamente en el almuerzo, me senté contigo sin invitación, sólo quería acompañarte.
Lo peor de todo esto, es que me has ofrecido a mí. ¡De esa miserable porquería! Dije que no, sólo meneando mi cabeza de un lado al otro. No me apetecía hablarte en ese instante. Pero luego exploté y una pregunta surgió de mí. Sin poder detenerla, pregunté: "¿Por qué lo haces? ¿Acaso quieres parecerte a ellos?"
En mis ojos sentía rabia. Tú me miraste y sólo añadiste "Ellos fuman para disfrutarlo, yo fumo para morir." Citaste a John Green en 'Buscando a Alaska' y callaste, sin más que decir. Yo sólo me levanté, con lágrimas de ira en mis ojos y caminé, con paso firme, dejándote sola.
Sentía rabia, furia y enojo, pero no de ti, Scarlet. Lo sentía por ellos, ya que al mirarte o pensar en ti, sólo podía verte con amor, con ternura. En tus ojos nunca podría hallar maldad. Pero, después de todo, eres demasiado influenciable...

Querida Scarlet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora