Prólogo: El niño

73 4 7
                                    


Se oían gritos en la casa. Una voz retumbaba por las calles de aquella ciudad. Se abrió la puerta repentinamente, dejando salir a una extraña mujer encapuchada con algo envuelto entre los brazos. La mujer salió corriendo, mientras otro personaje salía por la puerta. Aquel personaje salía con otra persona agarrada por el cuello, a la cual estampó contra la rígida pared que había a su derecha. La mujer avanzaba lentamente por el bosque de grandes malezas y arbustos, mientras de fondo divisaba un gran río de terreno firme y poco profundo. Una vez paró allí, buscó un buen lugar para esconderse mientras "el" llegaba. Cuando todo parecía perdido, divisó unos metros más adelante unos arbustos fiables para esconderse. Una vez llegó a estos, quedó totalmente escondida. Aquél hombre tan extraño se encontraba justo enfrente suya, y puede que fuese su última oportunidad, ya que sabía que el hombre no pararía hasta encontrarla. Vio que no muy lejos había un pequeña barca, así que se acercó lentamente y dejó a la pequeña criatura que tenía entre sus brazos en aquella barca y la mandó río abajo. Después, Sacó su pequeño cuchillo y, sin dudar, se lanzó a por aquél hombre. Esa noche, sólo se oyeron gritos, ruidos y... Los suaves llantos de un niño recién nacido.

Las Crónicas de RombaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora