Confession (Jaylos)

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Como casi todos los días, Jay y Carlos peleaban. Bueno, si es que a Jay golpeando a Carlos y a este riéndose se le puede llamar pelea.

De pronto, el mayor tacleó al menor y este cayó al suelo, con el otro arriba de él.

El moreno le tomó las muñecas al peliblanco, y puso una pierna a cada lado de su cintura.

-Ahora no tienes escapatoria- dijo divertido.

-Oh, vamos. Déjame.

En respuesta, Jay sólo soltó una carcajada. Su risa se apagaba poco a poco mientras miraba a su amigo fijamente. Sin pensar se acercó a Carlos poco a poco, y sin previo aviso, lo besó. Un beso suave y tierno, pero a la vez pasional y lleno de necesidad.

El menor mantuvo los ojos abiertos, sin corresponder al beso gracias a la enorme sorpresa que este le provocó.

Cuando Jay se separó ninguno supo que decir. Se paró y le ofreció su mano a Carlos, que la aceptó dudoso.

-Escucha...- dijo el mayor mientras se dirigía a su cama.

Cuando su amigo se sentó junto a él, se dispuso a hablar.

-Lo que pasa es que...- se rascó la nuca nervioso- hay algo que hace mucho tiempo quería decirte.

-Puedes contarme lo que sea, somos mejores amigos- dijo Carlos.

-Ese es el problema, no quiero que seamos amigos.

-Pero ¿por qué?, ¿hice algo malo?- preguntó el menor con un puchero.

-No, Carlos. Nada de eso- respondió Jay, sorprendido por la reacción de su amigo.

-Entonces ¿qué?- cuestionó el menor, curioso.

El moreno suspiró, intentando encontrar las palabras correctas.

-Desde hace un tiempo me siento diferente con respecto a ti. Noté que cada día tengo más ganas de estar contigo, de hablar y pasar tiempo juntos. Cada vez me interesa más tu opinión sobre cualquier tema, porque lo que realmente me gusta es oírte hablar. Me encanta como frunces el ceño cuando digo que no estoy de acuerdo contigo, y como mueves tus manos intentando explicar tu punto. Me preocupo por como me veo cuando estoy contigo porque me importa lo que pienses de mí. Y sobre todas las cosas, intento siempre hacerte reír. Me encanta tu risa y amo verte feliz, porque tu felicidad me llena.

Paró por un momento y tomó una gran bocanada de aire.

-Lo que quiero decir es que... me gustas, bastante- añadió con una risita nerviosa.

- Yo... yo... ¡Vaya!- dijo Carlos, incapaz de formular una oración coherente.

-Tranquilo, no estás obligado a responder. Yo solo... ya no aguantaba, necesitaba decírtelo.

-No puedo creerlo, esto es... esto es... ¡Genial!- dijo el menor feliz, mientras se lanzaba a los brazos de su amigo.

-¿Qué?- preguntó Jay, totalmente sorprendido.

-Yo siempre me he sentido atraído hacia ti. Me gustas desde que tenía ocho años, pero temía arruinar nuestra amistad si te lo decía.

-¿En serio?- preguntó el mayor, muy feliz.

Carlos solo asintió con una gran sonrisa.

-Tú... tú... ¿Saldrías conmigo?

-¡Claro que sí!- respondió el menor.

Y eso fue todo lo que Jay necesitó para tomar el rostro de Carlos entre sus manos, y besarlo suavemente.

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¡Hola! Bueno, aquí el primer One Shot del apartado. Espero que les guste ya que realmente me esforcé demasiado escribiéndolo, y si tienen alguna duda, sugerencia, o lo que sea, no duden en escribirla en los comentarios.

Perdonen si tengo alguna falta ortográfica, gramatical o de cualquier tipo. No soy perfecta y a veces se me pasa ;)

Nos vemos luego, y ¡gracias por todo!

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