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J E S S I C A

"Hey, Abu." Canté con una voz aguda, mientras entraba a la cocina. Me miró fija mientras saltaba por la cocina seguido de sentarme en uno de los asientos de la barra.

"Hola, linda." Ella rió, poniendo la masa de magdalenas en los pequeños moldes.

Eso es lo bueno de mi Abu; ella es la típica abuela prototipo de las historias: Siempre está horneando y decorando cosas, y siendo dulce en general. Siempre está cocinando algo, lo que casi siempre son tortas o magdalenas. Envidio su talento, se me hace difícil echar el agua en el vaso algunos días.

"¿Por qué estás tan feliz?" Sacudió mi mano, cuando la acerque al bowl de mezcla, riendo y mirándome bromeando. "¿Harry ya se fue?"

"Si, y me mandó a decirte que le encantó estar aquí y que quería agradecerte por aceptarlo aquí." Repetí cada palabra que Harry me dijo, volteando mis ojos, sonriente.

"Harry es un chico muy genuino. Es muy dulce, no es nada que creas esperar de tal figura tan famosa. El resto del mundo debería ser como él. Harry me ayudo a lavar la vajilla el otro día, después el lavó su ropa junto con la de Niall. Honestamente, ese chico..." la pare después de ella.

Después de que mi Abu haya fangirleado sobre Harry 'El chico perfecto' Styles, no pude parar de pensar en su viaje a Doncaster con Niall.

El viaje hasta allá duraría nada más que unas horas. No es tanto, digo, es una hora entera con Niall. Solamente con Niall.

Por más que no quiera aceptarlo, él es alguien especial. Simplemente tiene esa aura de confianza en el que me hace querer soltar mis más oscuros secretos. Osea, para el no existe una yo que esconde cosas, solo por el hecho de ser Niall.

No lo sé. Él es la primera persona que me hace recordar cómo es estar feliz, ¿Sabes? Si continuo estando con gente como Harry y Niall a mis alrededores, literalmente puedo ver a una yo siendo feliz en el futuro.

Nada más la idea de ello me emociona.

"...Harry seria el nieto perf-"

"Hello, Abu estoy justo aquí." Reí, apoyando mis codos en la mesa y apoyando mi cara en mis palmas.

"Es verdad." Me guiño un ojo, deslizando sus manos dentro de sus guantes rosados con estampado floral, tomando la bandeja de magdalenas y metiéndola en el horno. Mientras ella esta volteada, rápidamente alcance la cuchara de la mezcla, justo como hacia cuando era pequeña.

Cuando se volteó, gruñó. Ella apoyo sus codos en la barra, solo para estar a mi altura, con una ceja alzada. "Entonces, ¿Qué te ha tenido tan feliz dese entonces?"

"Nada." Murmuré, gozando el dulce sabor de masa de magdalenas en la cuchara. Mucho mejor que el producto final, pensé.

"Así que, ¿saltaste allí con una sonrisa en tu cara por ninguna razón?" me miro con los ojos entrecerrados, sospechando algo. "¿Qué te dijo Niall?"

Por poco escupí en la cuchara. "¿Qué?"

"Niall, ya deberías conocerlo. Él es rubio, irlandés, tiene un lindo trasero." Describió, batiendo sus cejas.

"¡Abuela!" Grité horrorizada. "¿Por qué mirabas su trasero?"

"Tú también lo haces.

"No, ¡no lo hago!" Si lo hago.

"Aw, te estas sonrojando." Ella pellizco mis mejillas, aparte sus manos de mi cara. Evadiendo mis mejillas hirviendo, no podía parar de sonreír.

Mierda, la felicidad es un poco fastidiosa.

Anonymous || n.h || español || terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora