DECORANDO DE 90's MI VIDA

DESINFÉCTALO CON LEJÍA

En el momento que terminaron de tocar, Krist volteó raudamente y plantó su mirada en mi persona.

—Esa fue "Scoff"...— me comentó.
—Ahora vamos a tocar una canción "acerca de una chica". Kurt, ¿podemos dedicarle esta pista a mi pequeña amiga?— agregó y yo, creo que nunca antes había sentido tanta vergüenza en mi vida como aquel tan incómodo pero maravilloso momento. Kurt atinó únicamente a sonreír tímidamente.
—Es una canción hecha para la novia de Kurt, por eso no te la puede dedicar—sentenció con soberbia, finalmente Krist; justificando el silencio de su cantante. De inmediato Kurt giró y echándole un vistazo a la hoja pegada en la pared, comenzó a rasguear su guitarra. En cuestión de segundos la batería y el bajo lo acompañaron y acoplándose todos los instrumentos, él se puso a cantar. Pensé entonces cómo una voz tan potente y vigorosa podía salir de un cuerpo tan frágil. A la mitad de la canción la distorsión de la guitarra y la energía que desbordaba del trío me hizo pensar en lo que Ozzy comentó aquella vez en el backstage, claro que no era algo extraordinario lo que presenciaba y sobretodo oía, pero novedoso y peculiar ; sí que lo era. Canciones de amor, patéticas dedicaciones adolescentes hechas música existían y en cantidad, estaba escuchando una de ellas en ese momento, pero no era lo habitual, no era lo acostumbrado a suponer lírica y melódicamente. Era una canción de amor bastante cruda y directa. Aquella banda tenía estilo y gozaba de algo que a finales de los ochentas se iba agotando, la originalidad.

Dos minutos después terminó la pista y Krist me presentó a Chad, el baterista y a Kurt; el cantante. El primero me saludó desde su asiento mientras bebía una cerveza y Kurt me sonrió acomodándose el cabello.
—Llegas a tiempo, justo a la hora de la felicidad— agregó Krist entretanto prendía un porro de marihuana y se lo fumaba.

—Por el olor que hay acá se nota que llevan varias horas felices— le contesté generando risas en el grupo.

—¿De dónde has sacado a ésta chica tan simpática?— interpeló Chad quien le lanzó una lata de cerveza a Kurt.

—Es una amiga que conocí ayer. En realidad es amiga de Shelli, pero anoche se la pasó hablando más conmigo que con ella—

—Eso es cierto, ignoré por completo a tu novia, Krist— apenada corroboré aquello, pues antes de conocer a Krist, semanas atrás me hice amiga de Shelli, su novia; amiga de una amiga con la que coincidí en Hoquiam, once días después de mi arribo a Washington.

—Quería escucharnos tocar, y la invité anoche—añadió Krist.

—Bien hecho Krist, nuestra primera fan mujer— Kurt entre risas comentó y entonces comprobé que el tipo ni me registró, que aquella vez que interrumpí su charla con Ozzy Osbourne la había olvidado, era una persona despistada, supuse.

—No lo creo, Kurt; tu novia debe ser tu primera fan, si hasta le dedicas una canción — atrevidamente le dije avergonzándolo un poco.

—Tracy odia Nirvana, ella se volverá fan de nosotros cuando yo me vuelva fan del trabajo, es decir, nunca pasará; además no se la he dedicado, dudo mucho que haga algo más en su honor, suficiente ya con limpiar el arenero de su gato— renegaba Kurt muy a su estilo.

—Joder, Kurt; ya deja de quejarte que ayer yo limpié la mierda del gato— lo calmaba así Krist.

—Pero si de dedicar una canción se trata, que tal esta que se la dedico a Floyd, el barbero— entonces Kurt pisó su pedalera y subió el volumen de su amplificador y en tan sólo unos segundos la habitación explotó, literalmente; con aquel sonido la pequeña casa de dos pisos retumbaba y retumbaba.

Ensayaron una hora más luego de mi llegada y es difícil tratar de explicar las sensaciones que sentía al finalizar el ensayo pues yo estaba presenciando algo inaudito, confieso que mi expectativa antes de escuchar ensayar a Nirvana, sin saber de antemano que eran ellos; era bastante baja; es decir, me levanté aquella mañana con más ganas de seguir durmiendo que de ir hasta la peluquería de la tía de Krist. Tenía la pesadumbre de la noche anterior más la fatiga de una mañana helada que no conspiraba con mis ganas de ir a escuchar una banda que había puesto un tema en la radio. Mas sin embargo no esperaba encontrarme con algún grupo revolucionario que cambie la historia musical con un estilo diferente a todos los demás existentes ya. Y la verdad es que aquel concepto y aquella sensación no fue la que me llevé a casa al finiquitar el ensayo; sorprendida sí me hallaba, algo anonadada tal vez pero con ganas de seguir escuchándolos me quedé pues al término del acto musical cada uno enrumbó su camino, aún no eran unos rockstar's y una vida llena de dificultades y obligaciones los esperaban al salir de la peluquería. Krist se quedó a darle una mano a su tía en el salón de belleza recogiendo los cabellos que quedaron en el suelo del único cliente que habían tenido aquella mañana, luego comentó que debía salir rumbo a la biblioteca local porque lo habían contratado de pintor. Chad reveló que se había gastado ya el dinero para reconstruir su pórtico comprando las cervezas mañaneras así que tenía que ir a conseguirlo de algún lugar. Y Kurt no quería regresar a casa de su novia quien lo obligaría a limpiar lo que su gato ocasionó y de paso lo regañaría seguramente por haber desperdiciado toda una mañana tocando música en vez de conseguir un empleo. Reitero, la fascinación tardó, pero supe en ese momento que era algo grande lo que se estaba por venir, muy al margen de haberme cruzado con tres chicos que si bien sabían,inconscientemente; lo que estaban tratando de hacer, no era ni la mitad ni la cuarta parte de lo que se avecinaría. Cómo definir su estilo de música iba a ser complicado, sin embargo creo que era yo la adecuada para determinarlo, no era ninguna erudita del rock, ni siquiera una sabionda, pero la melomanía que llevaba por dentro me motivaron a intentarlo, tras haberlos escuchado sólo una hora, la palabra "original" se convertiría en la matriz a la definición que prontamente les daría. Me quedé sola, fuera de la peluquería y Kurt, quien emprendió su marcha hacia la casa de su novia, inesperadamente se detuvo, se dio vuelta, me miró y preguntó: -¿Hacia dónde vas?- se metió las manos al bolsillo para disimular su timidez, me dirigió una risa algo fingida y volteó a ver hacia el suelo.