PRÓLOGO

21.8K 682 52
                                    

estoy aquí.

xoxo

***

Veinte años después de todo, sigo recordando a la perfección cada uno de los detalles más mínimos que me cambiaron la vida. No puedo esperar a contarte desde ya la historia, pero antes quiero que sepas algunas cosas sobre mi. 


Acomódate, trae una manta, café y pañuelos. Yo lloré mucho cuando lo viví, y sé que llorarás. Hazme caso, trae pañuelos. ¿Aún no vas por ellos? Te doy tiempo, ve y búscalos. Porque esta historia te hará sufrir tanto como nunca has sufrido en tu vida; sentirás que pierdes una mano, que tu pecho se aprieta y tus piernas se desvanecen.

O tal vez no, por supuesto.

Pero así lo sentí yo al saber que estaba embarazada con diecisiete años.


Está bien, comenzaré explicándote un par de cosas.


Mi nombre es Leah Parker y fui criada por una madre viuda, amargada y solitaria. Desde los ocho hasta los dieciséis años, mi vida se basó en los abusos constantes por parte de mi progenitora, en modo de desquite por la muerte de mi padre; Marcos Parker. Aquellos dos eran tan inseparables y estaban tan enamorados como nadie podría imaginar. Sin embargo la vida le tenía algo preparado a Marcos. La muerte, cruel e injusta, le tomó la vida al hombre de los sueños de mi madre, en un trágico accidente automovilístico. Sin aviso, sin piedad, una mujer y su hija quedaron solas.


Pero eso no fue nada de lo que pensamos. Tres años después, mi madre se convirtió en alcohólica y estuvo apunto de caer en las drogas. Con tan solo once años, hematomas y heridas llenaban mi cuerpo, cargados de rabia, odio y tristeza. Ella nunca se disculpó conmigo, y tampoco esperé que lo hiciera. Todos los días se tornaba peor. Sin embargo nunca dejé que eso afecte mi ámbito escolar y académico. Mis notas eran casi excelentes y todos me felicitaban, excepto ella, por supuesto.


Cumplí los dieciséis años cuando decidí probar el alcohol. Nunca antes lo había hecho por temor a caer en la misma adicción de mi madre, mas resultó ser distinto. Al comienzo no me gustaba pero con el paso del tiempo se volvió más agradable. Todos los fines de semana, cuando mi madre se iba a los bares de la ciudad, yo me escapaba e iba a la casa de Tanya, mi mejor amiga. Bebíamos alcohol hasta no podernos los cuerpos, pero eso no hacía que nos sintiéramos mal; de hecho éramos felices al sentir cómo todas las preocupaciones sólo se iban y las olvidábamos, aunque sea por horas.


Diecisiete años cumplí cuando decidí dar un paso más.


—Abrirnos al mundo real—lo nombré. No quería seguir escondiéndome en casa de Tanya. Quería salir a la discoteca, conocer gente y emborracharme con ellos. Hasta el día de hoy sigo pensando si esa fue la peor o la mejor decisión de mi vida.


Aquí comienza la historia. (Aún tienes tiempo para traer los pañuelos)


Disfrútala.




***

para mis lectores antiguos y fieles... yep. la historia ha sido cambiada drásticamente. pero no se preocupen, el desastre sigue siendo inminente <3

todos estos cambios y esta tardanza fueron creadas para darle paso a una mejorada historia. estoy feliz por los 300k de lectura y no puedo desaprovechar la oportunidad de brillar con la historia que más amo.

muchísimas gracias a todos por la paciencia. esto está comenzando <3

Mi pequeña casualidad ® | [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora