APOCALÍPTICAS.

C12; El Plan.

NARRA SHANA:

Ver el cadaver con la cabeza aplastada me produjo una fuerte arcada que pude controlar gracias a que aparte la mirada.

Esto no era como en las pelis... Pero... Por algún sadico motivo, ninguna nos sentimos mal por su muerte, será por las estrecheces del pasado...

El sonido de unos lentos pasos me saco de mi breve trance;

-Chicas, tener las armas bien sujetas y los ojos bien abiertos, debemos entrar antes de que más zombies noten que estamos aquí...

-¿Y si hay más zombies dentro?-Preguntó Ichi insegura, con la mirada puesta en su ensangrentado cuchillo.

-Tendrás que usar ese juguete de nuevo...-Dijo Riki desafiante.

Ichigo asintió y tras intercambiar unas miradas, pregunto; -¿Y cuál es el plan?

Cogi aire y comencé a cargar una pistola mientras pensaba alguna buena estrategia, y cómo huir, mientras mis amigas observaban mi meditación con impaciencia.

-Vale... Lo más importante es no separarse, en las pelis todos mueren cuando alguien decide separarse, y nunca, repito, nunca, bajéis el arma. Lo que haremos será entrar por una de las puertas de emergencia que están aquí cerca, el objetivo es llegar a la cafetería, llenar nuestras mochilas al máximo, romper las cajas de incendios para cargar un par de hachas, que nunca vienen mal, salir por la puerta de emergencia de más próxima a este punto, saltar la valla y subir al coche  ¿Lo tenéis todo?

-Y decían que los juegos de violencia nunca nos servirían para nada...-Río irónica Riki -Seamos rápidas, y no dudemos en apretar el gatillo...

Comenzamos a caminar, entramos por la puerta de emergencia y me sacudió un escalofrío

-¿Estás bien?-Susurro Ichigo a lo que asentí sin pensarlo demasiado.

Comenzamos a caminar lenta y silenciosamente, habían cristales rotos por todo el suelo y bombillas que titilaban.

A medida que caminábamos hacia la cafetería, aligerábamos el paso, no parecía haber zombies...

-Eh chicas mirad eso...-Señaló Riki- Es un alicate, nos puede ser útil...-Dijo guardándolo en su bolsillo.

Pronto llegamos a la puerta de la cafetería, un olor putrefacto se escapaba por la puerta entre abierta, y el sonido de unos jadeos me paralizo.

Riki alzó su arma cargada rápidamente y se puso delante de nosotras, abriendo de un golpe la puerta y atinando dos disparos en la cabeza del zombie.
Ichigo ahogo un grito, y al contemplar la escena decidimos entrar.

El olor putrefacto era debido a que el que era nuestro profesor de matemáticas (ahora zombie remuerto) se estaba dando todo un festín con la dependienta de la cafetería que yacía muerta encima de una mesa.
Ichigo puso cara de asco, y poniéndose pálida dio un paso atrás.

-Eso es por aquel 4'9...-Dijo Riki asqueada dándole una patada al cadáver del zombie, haciéndole caer al suelo.

Hoy era día de la venganza para Riki...

-Chicas, recordad porque estamos aquí...-Dije yendo hacia la despensa.

Las chicas no tardaron en seguirme y comenzamos a llenar las mochilas de bolsas de patatas fritas, algunos refrescos y bollería (esas cosas que no caducan ni con los años) además de unas chuches que a ninguna nos pareció mal coger.

Una vez salimos de la cafetería rompimos una caja de emergencia, de la que guardamos un botiquín y un hacha, de repente notamos que el sonido de unos pasos se acercaban y sigilosamente comenzamos a alejarnos del sonido, hasta que finalmente el zombie se percató de nuestra presencia, así como nosotras lo divisamos en la distancia.