cap 14

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  Tome un poco de bronceador, frote mis manos con el y lo puse en la espalda de Marissa. La verdad es que es increíble estar aquí en la playa, hace tanto tiempo no disfrutaba de algo como esto, y lo mejor es que como no es época de vacaciones, la playa esta muy tranquila, casi no hay gente.
—Listo—. Le dije a Marissa mientras me ponía de pie y regresaba a mi silla.
—Gracias bebe. Hace tanto quería broncearme.
Tome mis Ray-Ban de aviador y me las puse, miraba al horizonte, donde se pierde el mar, por algún motivo me sentía extraño, como ansioso. Toda la mañana he estado muy callado, para mi fortuna Marissa se la ha pasado tomando el sol desde que llegamos y no ha dicho nada al respecto, mejor, no quiero que me llene de preguntas de las cuales ni siquiera yo se las respuestas.
Aun pienso en lo que paso hace tan solo unas horas, jamas había sentido tanta satisfacción por provocarle 2 orgasmos a una mujer, claro, siempre me ha gustado hacerlas vibrar, hacerlas sentir un enorme placer pero con Tn___ fue diferente, me sentí, mejor, incluso me atrevo a decir que mi autoestima y mi ego aumentaron bastante. Siempre las mujeres me han alagado por ser bueno en la cama y no es por ser modesto pero me lo merezco de verdad.
Cruce los brazos sobre mi pecho, empiezo a desesperarme de mi mismo, me siento, no se, ese es el maldito problema que no se como diablos me siento, tengo un poco de culpa, de felicidad, de necesidad, de molestia... es tan frustrante. Tome el vaso de cerveza que tenia a un lado y me la tome de un solo trago, mire hacia mi derecha y entonces la vi y fue como si algo dentro de mi se hubiera tranquilizado, caminaba hacia nosotros, llevaba un pequeño short blanco y una ligera blusa que le quedaba a la altura del ombligo y le dejaba ver su hombro derecho, esta tan hermosa incluso la veo diferente, la veo mas... mujer. Ok, creo que estoy alucinando pero así la veo, y algo dentro de mí se ha inflado con orgullo porque fui yo quien la hizo mujer. Llego hasta nosotros y me miro con una coqueta sonrisa y yo le dedique una parecida.
—¿Qué no se van a meter al mar?
—Ay, tan bien que estábamos—. Dijo Marissa aun boca abajo.
—No se a que vienen a la playa si no se van a meter al mar, son unos aburridos. Así que si me permiten, yo si voy a disfrutar ya que me trajeron a la fuerza, no me queda más ¿no?—. Se quito la playera y el short y quedo en tan solo un diminuto bikini, madre mía, esta buenísima, curva tras curva, es toda una diosa. Unos tipos pasaron justo en ese momento y bueno casi se les salen los ojos a los cabrones, si ya se, esta preciosa pero es mía, quitenle los ojos de encima, idiotas.
—Yo te acompaño—. Le dije y me levante y me puse a un lado de ella y aunque mis lentes cubrían mi mirada llena de furia, los pendejos esos la sintieron y no les quedo mas que seguir su camino y dejar de mirar a mi princesa—. ¿Marissa no vienes?
—No bebe, yo me quiero broncear.
—Ay ojala el sol te evapore—. Dijo Tn___ cínica y camino hacia el mar. Marissa levanto la mirada y bufo.
—Mocosa babosa—. Dijo por lo bajo y volvió a acomodarse.
—Bueno te veo mas tarde.
—Ok, bebe, pero antes ¿No se te olvida algo?
—¿Algo?
—Mi beso tontín—. Puse los ojos en blanco, aveces Marissa es tan... agh. Me incline hacia ella y la bese fugazmente en los labios y camine hacia el mar.
El agua comenzó a mojar mis pies, y Tn___ ya estaba un poco mas adentro, así que la seguí y así fue hasta que el agua me llegaba a mi pecho y a ella a sus hombros, y sonreí al percatarme una vez mas de lo pequeña que es, me encanta. Giro y me miro.
—¿Que tal tú viaje romántico?—. Pregunto divertida.
—Va bien—. Sonreí y gire a mirar la playa, estábamos muy lejos, todo se veía pequeño aya—. ¿Ya hablaste con tus papas?—. Volví a mirarla.
—Si ya. Mi mama me llamo ayer en la noche y esta mañana hable con mi papa, dijo que ya mañana regresan a casa. Por cierto, ¿nosotros cuando volveremos?
—El sábado.
—Ok—. Dijo y me dio la espalda y volvió a mirar a lo lejos, ¿Por qué me siento así como... cohibido? Bueno obvio que es por lo que paso entre nosotros pero, esta irritación que siento empieza a ser insoportable. Así que decidí, jugar un poco con mi sobrina, como en los viejos tiempos, tal vez eso me haga sentir mejor. Me metí completamente al agua y por debajo tome de sus pies y los jale haciendo que cayera hasta el fondo, salí junto con ella y comencé a reír cuando vi que tosía y trataba de tomar aire, sin duda la tome por sorpresa.
—Eres... un... tonto—. Me regaño.
—Deberías ver tu cara—. Me burle.
—A mi no me da risa—. Mintió pues luchaba consigo misma para no empezar a reír.
—Pues a mi si—. De pronto sentí como agua salada llegaba hasta mi garganta. Carajo, que asco, sabe horrible. Arde. Ella comenzó a reír y yo empece a toser.
—Deberías ver tu cara—. Se burlo de igual manera y cuando tome suficiente aire la tome de la cintura.
—¡No!—.Grito. Tome aire y me hundí con ella hasta el fondo cuando una pequeña ola estaba por caernos encima. Salimos y tomamos aire, y aun sin soltarla, sacudí mi cabeza y ella con sus manos froto sus ojos para quitarse el resto de agua y nuestras miradas se cruzaron, sentía su agitado aliento sobre mi cara, sus ojos combinaban a la perfección con el agua. Su rostro infantil pero con ese toque de sensualidad tan único. Me tomo de las mejillas y choco sus labios con los míos, rodeo mi cadera con sus piernas, y mi cuello con sus manos. Nos alejamos por falta de aire y nuestras respiraciones estaban agitadas, una ola nos cayó encima y comenzamos a reír con ganas. Era como si con reír todo lo que llevaba dentro saliera, aunque aun sentía una enorme necesidad, ¿de que? No lo se, pero este momento es tan... reconfortante. Tn___ hecho su cabeza hacia atrás aun riendo y no se porque, mi cuerpo comenzó a actuar por si solo, acaricie su cuello ya expuesto con la nariz de arriba abajo y la apreté mas a mi. Poco a poco nuestras risas cesaban. Ella acaricio mi espalda y mi nuca y volvió su cabeza abajo y choco su nariz con la mía y me dio un beso... ¿Cómo lo llaman? Umm, esquimal, si, un beso esquimal, eso fue raro. Cualquiera que nos viera, diría que somos una pareja feliz, seguramente que por sus cabezas pasaría todo, menos que somos tío y sobrina.
—Te deseo Zac—. Susurro, mientras seguía acariciando mi nariz con la suya.
—Yo también, te deseo.
—¿Y que vas a hacer al respecto?—. Pregunto con una voz de lo mas sensual, subió y bajo su cuerpo rosando mi miembro con su vagina y gemí al contacto.
—¿Aquí?
—Aquí, ahora—. Volvió a rosar mi entrepierna. Busque sus labios con los míos y la bese como loco, amo esos labios, son como el agua para una persona deshidratada, pues así me siento, con sed de ellos, quiero saciarme de ellos, quiero saciarme de ella.
Tn___ acariciaba desde mi pectoral derecho hasta mi omóplato, su caricias eran ardientes y llenas de deseo, lo cual me hacia temblar. Sin dudar ni un segundo mas, baje la parte delantera de mi traje de baño, junto con mi boxer y libere a mi ansioso amigo, quiere estar dentro de ella, otra y otra vez. Tome de su bikini de la parte de su entrepierna y lo hice a un lado dejando al descubierto su vagina y lentamente entre en ella.
—¡Ah!—. Gimió y comenzó a subir y bajar sobre el. Toda la ansiedad que sentía se fue, se esfumo. Ahora estoy aquí en el mar, dentro de mi sobrina, disfrutándola de nuevo y es como estar en el paraíso. Todo esto es tan nuevo para mi, ella es la primera mujer virgen con la que estoy, es la primera mujer que me entrego su mas valioso tesoro, ella es la primera mujer con la que hago cosas sucias en el cine, en el avión y ahora en el mar. Dios mio, es única. Recordar cada uno de nuestros candentes encuentros, fue como la gasolina en un auto ya listo para correr, me excite mucho mas y solo sentí como mi miembro se hinchaba aun mas dentro de ella. Nuestros gemidos se mezclaban junto con el ruido de las pequeñas olas. La tome de las caderas y gracias al agua la levantaba y la bajaba cada vez mas rápido, con los dientes baje la parte de arriba de su traje de baño y libere sus tetas y comencé a saborearlas, estaban mas que deliciosas, como siempre, pero la sal del agua en ellas era como un condimento que mejoro el sabor. Se arqueo hacia a mi, carajo, amo hacerla retorcerse de placer. Enterró sus uñas en mi espalda, aun sigue un poco estrecha y yo y solo yo, me encargare de amoldar ese precioso canal dentro de ella. Gruñí, mi pene entraba y salia de ella cada vez mas rápido, apretó su vagina alrededor de mi, mierda, esto es...
—¡Tn___!—. Gemí cuando me vine. Más que delicioso.
—¡Tío! ¡Zac!—. Gimió al tiempo que también se venia. Se aferro a mi con fuerza exhausta después de esto, hundió su rostro en mi cuello y yo la abrace con fuerza y así nos quedamos hasta que recobramos el ritmo normal de nuestras respiraciones.
Desenredo mi cuerpo de sus piernas y brazos y se puso de pie. Me miro y mordió su labio a la vez que una traviesa sonrisa se dibujaba en su boca. Oh si, mi pequeña princesa sucia y traviesa. Diablos, vuelvo a ser el mismo, ahora lo entiendo todo. Justo ella era lo que necesitaba para que mi día estuviera perfecto.
—Te veo en la orilla—. Me dijo y salio nadando hacia la playa, yo solo la mire y lentamente la seguí, cuando ya estaba mas en la orilla salio caminando, el agua resbalaba por su cuerpo acariciando sus hermosas curvas, se peino el cabello de la frente hacia la nuca quitando el resto de agua y juro por mi puta vida que solo ella es la responsable de los momentos mas sensuales que he visto en una mujer. Estoy consciente de que estoy pisando terreno peligroso, pero por ella correré el riesgo  

Terreno Peligroso AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora