Capitulo4
Estaba acostado mirando fijamente al techo mientras Marissa acariciaba mi pecho desnudo, fue muy incomodo hacer el amor con ella y pensar en lo que paso con Tn___, “idiota”, sus palabras seguían sonando en mi cabeza. Después de eso ella y sus papas se fueron a su casa, ella no volvió a dirigirme ni la mirada y eso… me dolió. No me gusta pelear con ella y me siento mal por haberle dicho que prefería la compañía de mi novia que la de ella, eso no es verdad, me gusta pasar tiempo con Tn___, es mi sobrina, pero lo que ha pasado desde ayer no puede continuar, esta mal y si esa es la única forma de evitarlo, pues con todo el dolor de mi corazón tendré que hacerlo.
—¿Qué pasa bebe? Te noto muy pensativo.
—Nada linda, solo pensaba en la fiesta—. Más bien en lo que pasó después.
—Estuvo bien, claro para una niña como ella.
—Ella no es una niña. Y la fiesta estuvo muy bien, muy juvenil.
—Ay por favor, eso de todo color rosita es tan infantil.
— Claro que no lo es. A ella le gusta y no veo el problema—. Le dije con voz elevada. Así como a mi sobrina no le permito hablar mal de de Marissa, a Marissa tampoco le permito hablar mal de Tn___.
—Tranquilo, no tienes porque ponerte así.
— Mejor cambiemos de tema—. Le dije exasperado. No quiero hablar de ella, quiero dejar de pensar en toda esta locura y Marissa no ayuda en mucho.
—El martes ya cumplimos un año de novios, ¿No es increíble?
—Si. ¿Qué te gustaría hacer ese día?
—Umm, no se… Estaba pensando en algo así como…— ¿Qué estará haciendo ahorita? Me dijo idiota, ella nunca me había hablado de esa manera. ¿Qué hago? Por un lado siento que estoy haciendo mal, es mi sobrina y me siento un maldito cabrón al verla de otra manera, porque aunque me cueste admitirlo, me encanta y su manera de besarme, de acariciarme, su trasero, ¡por dios! Ese si es un buen trasero, carajo, mi amigo ya esta despertando de solo pensar en esa delicia…— ¡Zac! ¿Me estas escuchando?—. Pregunto Marissa de repente. Creo que la deje hablando sola.
—¿Eh?
—Estas muy extraño, ¿Ya me vas a decir que diablos te pasa?—. Dijo molesta, mierda no puedo dejar de pensar en ella y ahora no se ni que carajos me dijo mi novia.
—No tengo nada. ¿Qué me decías?
—Te decía que seria genial que nos fuéramos unos días de vacaciones, a la playa tal vez.
—Ah. Si seria bueno, me gusta tu idea.
—¿De verdad?— Me pregunto entusiasmada. Perfecto, logre que se le pasara el coraje.
—Si, claro. Hace tiempo no voy a la playa. ¿A dónde quieres ir?
—¿Qué tal Hawai?
—Perfecto, Hawai sera.
—¡Siiiiii! Aww muchas gracias mi amor. Te amo—. Me abrazo y me daba besos por todo mi rostro y una sonrisa bobalicona se dibujo en mi rostro. Recordé su forma de despertarme esta mañana, se veía tan sexy con mi playera puesta, su cabello alborotado, dios, necesito verla, no puedo estar mas así.
—Sabes linda, recordé que tengo un asunto pendiente y debo irme—. Le dije a Marissa levantándome de la cama, tome mi boxer y me lo puse.
—¿Qué? Zac son las 6 de la tarde, dijiste que pasaríamos TODO el día juntos—. Hizo énfasis en todo.
—Lo se y discúlpame pero ya te recompensare los días que estemos en Hawai.
—Zac, Bebe, quédate conmigo—. Chillo, me enferma cuando usa ese tono caprichoso conmigo. Me apresure a ponerme los pantalones y la playera.
—Lo siento. Te llamo mañana para ver bien lo del viaje. ¿Te parece?
—¿Qué puedo hacer para que te quedes?—. Pregunto coqueta, se lo que se propone pero ahora ella es mas importante.
—Nada. Debo irme—. Tome mis zapatos, ya me los pongo en el camino, necesito ir a ver a Tn___ ahora. Me acerque a Marissa que me miraba con el ceño fruncido y bese su frente—. Nos vemos.
Salí de ahí y me subí al auto, solo pensaba en llegar y verla. No se porque me siento de esta manera, es como una necesidad y por algún motivo siento que estoy entrando en terreno peligroso, altamente peligroso.
En mi mente empezaban a recorrer imágenes de ella, bailando, meneando las caderas, su forma de acariciarme, sus gemidos. Mmm, quiero tocarla, quiero besarla, quiero perderme de nuevo en ese par de nenas tan bien redonditas, la quiero sobre mí, quiero estar sobre ella. Soy un maldito enfermo de mierda, como puedo estar pensando así de mi sobrina, de la niña que vi nacer, de la hija de mi hermano, maldición.
Escucha bien Zachary Efron, tu vas a hacer esto, llegas y le pones las cartas bien puestas sobre la mesa, lo que paso, fue un error y no puede volver a suceder, tu tienes novia, eres 7 años mas grande que ella, es tu familia, y déjale bien claro que tu solo la puedes ver como una hija o una hermana tal vez, pero nada mas. Tiene que entender por el bien de los dos, si eso es, se fuerte Efron, tu puedes.
Ya estaba frente a la puerta y toque el timbre, un minuto después fue ella quien me abrió. Es tan bonita y oh por dios… no evite posar mi mirada en sus amigas, llevaba una blusa de tirantes bastante pegada que acentuaba perfectamente esas 2 hermosas montañas, seguí mi mirada hacia abajo, usaba un short de mezclilla bastante corto, sus piernas, sus hermosas, suaves y carnosas piernas, sus converse de botín y un pañuelo en la cabeza, esta deliciosamente hermosa y buena, buenisima.
—¿Qué haces aquí?—. Me pregunto secamente cosa que me desconcertó.
—Vine a ver a tu papa—. Mentí.
—No esta, el y mama salieron—. Dio media vuelta y camino a la sala. Yo entre y cerré la puerta, por algún motivo mis ojos solo veían ese lindo trasero menearse.
—Y… ¿A dónde fueron?—. Le pregunte, se agacho para tomar un libro de la mesa de centro –momento que aproveche para mirar mejor- y volteo. Mis ojos pasaron de su trasero a sus pechos.
—Al cine… ¿Tío?
—¿Eh?
—Mis ojos están acá arriba—. ¡Mierda! Maldita sean mis ojos traicioneros.
—Eh, si… perdón yo…
—No importa, da igual. Ahora si me disculpas, tengo tarea pendiente. Si gustas esperarlos o irte, como sea—. Se encogió de hombros y camino pasando a un lado de mi y fue a su habitación.
No tengo ni idea de como decirle lo que tengo que decirle, no puedo irme sin haberlo hecho. Ademas su forma tan fría e indiferente de tratarme, me dolió. ¿Qué debo hacer? ¿Por qué siento esa necesidad de ella pero al mismo tiempo esa necesidad de alejarme? No puedo creer que mi vida se complicara tanto de la noche a la mañana, apenas ayer estaba todo bien, y ahora todo es una mierda. Yo vine aquí decidido a hacer lo que tengo que hacer, tengo que dejar claro todo, si, así que ahora mismo tengo que ir aya arriba y enfrentarla.
Subí las escaleras y fui directo a su habitación, su puerta estaba entre abierta, escuche que hablaba con alguien, así que decidí espiar.
—¿De verdad?—. Empezó a reír, su risa tan contagiosa que tanto me encanta—. Eres increíble de verdad… Tu también lucias muy bien… Lily me ayudo a escoger el vestido… Oww Marc eres un amor—. ¿Qué? No puede ser esta hablando con ese cabrón. Entre sin llamar y la mire acostada boca abajo, subía y bajaba las piernas una y una. Su sonrisa desapareció en cuanto me vio—. Lo siento Marc, pero surgió algo aquí, te llamo mas tarde ¿Si?... Gracias, yo también muero por verte… Cuídate, adiós.
Colgó aventó el teléfono en la cama y puso los ojos en blanco, me miro unos segundos, estaba esperando a que yo dijera algo pero las palabras no salían de mi boca. Suspiro con fuerza como si estuviera irritada.
—¿Qué quieres?
—¿Por qué estabas hablando con Marc?
—Que te importa—. Tomo el libro y lo abrió disponiéndose a leer. Me acerque a ella y le quite el libro de las manos y lo aventé a la cama.
—Claro que me importa. Ese cabrón te hizo sufrir y ahí estas de nuevo hablando con el.
—Yo ya arregle con el lo que tenía que arreglar.
—No te quiero cerca de el—. Me miro sorprendida y se levanto de la cama, camino hasta quedar frente a mí.
—¿Por qué?
—No quiero que te vuelva a lastimar.
—Ya estoy acostumbrada. El ya me lastimo una vez, tu ya me lastimaste, ¿Qué puede ser peor?—. No princesa, me partes el alma.
—Tn___, yo no quise lastimarte.
—Pero lo hiciste. Preferiste a esa maldita barbie que a mi. Cambiaste nuestro día especial por irte con ella—. Quise hablar pero no me dejo y continuo—. No te atrevas a decirme que no hable así de ella, porque yo hablo de esa tipa como se me da la gana.
—Escucha… La verdad es que yo vine aquí para verte. No me gusta estar así contigo. Discúlpame por favor.
—Tu me abandonaste mucho desde que empezaste tu relación con… esa.
—No fue mi intención, pero necesito que tú entiendas que yo ahora estoy con ella. Marissa es mi pareja ahora y debes comprender que no siempre puedo estar solo contigo—. Se quedo callada unos minutos, estaba pensando mientras me miraba seriamente, pude notar en esos ojitos azules que algo trama pero ¿Qué?
—Esta bien, estas disculpado… Tratare de entenderte y comprender que ahora ella forma parte de tu vida.
—Gracias princesa—. Quise acercarme para abrazarla pero levanto su mano deteniéndome.
—Solo quiero algo a cambio—. Fruncí el ceño confundido.
—¿Qué cosa?
—Quiero que ahora mismo me desnudes y me cojas como nunca has cogido a nadie.COMENTEN porfiss besos