Capitulo 2

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ESCUCHÉ sonar el teléfono en la parte baja de mi habitación, mi madre contesto emocionada y volví a dormir.

10:00 AM, Sonó mi celular.

- ¿Qué? - dije somnolienta.
- Tienes planes para hoy - Dijo Caro sin ningún tipo de emoción.
- No lo creó ¿Por qué?
- Bueno, nos vemos en la plaza a las 2, entrada principal.
Y colgó, así era ella, y eso me agradaba no tardábamos horas hablando por teléfono, todo al grano como debería de ser.
- Ha llamado tu tía Annie, nos invitó a un parque de diversiones. Dijo que irían tus primos y supuse que tu y tus hermanos querrían ir. - dijo mi mamá emocionada.
- ¿Por que no le preguntas a ellos?
- Bueno, aún están durmiendo, y como tu no me das ninguna respuesta iremos, empaca las cosas necesarias. Baja a desayunar en un rato - dijo antes de cerrar la puerta tras ella.
A mi tía Annie le gustaba salir de viaje, no le gustaba estar encerrada en su casa, así que cada que salía nos invitaba a cualquier lugar, ella y mi mamá siempre han sido muy unidas, hasta viejas, nos decía cuando contaban la historia de cuando prometieron nunca separarse.
Al poco tiempo después de empacar mi madre nos llamó para desayunar.
- ¿No están emocionados?
- Si claro - Respondimos al unísono.
- Nos la pasaremos bien ya verán.
10 minutos después estábamos todos en la camioneta, Tony, Bryan y Carlos jugaban y peleaban con mis primos, no entiendo por qué los niños gritan demasiado, pero casi, CASI, los echo por los ventana.
- ¡MAMÁ, SI NOS LOS CALLAS JURO QUE ME BAJO AQUÍ Y AHORA! - Grité totalmente desesperada.
Y esa es la historia de cómo quedé en medio de la nada. Mentira sigamos.
Por fin llegamos todo, empezó a mejorar, mis primos junto con mis hermanos se fueron a vagar por ahí.

cuando tenía exactamente 7 años de edad, caí en el fondo de una alberca olímpica, estuve a punto de morír, fue gracioso, mi madre dice que mientras estaba inconsciente en el hospital, decía algo como "Me encantas ¿por que no me besas ya?" Hay una explicación lógica para todo esto el chico que me salvó la vida me gustaba, si con apenas 7 años de vida, increíble.
- Oye - Escuché decir a mi mamá - ¿Por qué no vas a dar la vuelta por ahí? Hay mucha gente de tu edad deberías de ir a ver...
- Entiendo que quieras deshacerte de mi, iré por ahí ¿Quiéres un refresco o algo?
- No estoy bien andate.
- Ya vengo.
Había demasiada gente ese día, no se si porque era sábado o porque no hacía ni frío ni calor, quizá por los dos.
Había una pequeña tienda serca de ahí, compre 1 lata de Coca-cola y salí de ahí. Vi a mi mamá hablando con un señor algo alto, su cabello era color café y tenía una sonrisa colgate, cuando por fin llegue a ellos mi mamá nos presentó.
- Llgaste pronto, mira hija, el es Antonio.
- Hola mucho gusto. - lo salude.
- El es mi hijo Gustavo - dijo con una gran sonrisa.
- Mucho gusto Gustavo. - Sonreí.
no diré nada respecto a él, y no por que el no haya sido lindo, si no por que creo que es demasiado pronto para juzgar.
- ¿Por qué no se van a dar la vuelta por ahí? Me quedaré aquí con Antonio y la tía Annie - Dijo mi madre después de un silencio incómodo.
Los dos sonreímos salvados al poder salir de esa situación tan incómoda.
- Que bueno que llegaste, ¿Sabes? Llevó escuchando el "Te acuerdas de..." por amenos 10 minutos, a sido aterrador. - Se rió.
- Se nota que querían deshacerse de nosotros. - sonreí.
- Tienen planes malignos, quizá se irán y nos dejarán aquí sin dinero, como vagabundos, así que he pensado en 3 posibilidades.
-Bien, ¿La primera?
- Tomemos dinero y vayámonos ahora.
- ¿La segunda?
- Las olvide, sólo tomemos el dinero y ya.
- ¿Robar? Venga, que buena influencia eres, ya que llegamos a esto ¿Ustedes quienes son?
- Bueno, mi padre dice que soy hijo del dios de la guerra. - Bromeó.
- Eres como ... ¿Jeacky Chan? ¿Kung fu panda? ¿Algo cómo eso? - Sonreí.
- Sí, todo el mundo se esfuerza en decírmelo.
- Bueno, pero ya en serio ¿Quien eres?
- Soy Gustavo, ¿No ya nos habían presentado?
- ¿Naciste aquí?
- Si, regrese hace dos semanas, mi padre y yo nos mudamos ¿Y tú? ¿siempre has vivido aquí?
- Sí, nací aquí, vivo aquí y viviré qui toda mi vida.
- A todo esto... ¿Sabes como se conocen nuestros padres? - Dijo.
- Sinceramente no, supongo que eran amigos desde hace mucho tiempo.
El era lindo, tenía unos ojos enormes de color miel, sus labios eran delgados, era alto y tenía su cabello color marrón.
- Oye - Escuché decir a Gustavo interrumpiendo mis pensamientos.
- ¿Qué?
- Perdoname por esto.
Y me lanzó a la alberca, le tenía pánico al agua, miedo a llegar al fondo y que nadie pudiera sacarme, ahí dentro sólo escuche a mi madre gritar.
- ¡¿QUÉ HACES?! ¡Ella no sabe nadar! - Gritó - ¡SACALA, SACALA YA!

Morir una y otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora