Capitulo 8 (Final definitivo).

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"Todos albergamos pensamientos sobre el amor y la muerte, nos pasamos la vida pendiente de ambos, buscando uno y evitando la otra. Al  final nunca resultara como esperamos."

Cuando íbamos de camino al gremio un silencio sepulcral invadía la cabina del auto. Luna estaba en la parte de atrás durmiendo junto a Lucy mientras yo manejaba y me concentraba en las palabras que recitaría frente a todos. Estaba tan metido en mis propios pensamientos que ni siquiera me percate de la camioneta que nos esperaba a solo unos metros del gremio, una poderosa Hummer h2 negra blindada que nos embistió por el costado derecho haciendo que el auto se volcara y terminara de lado. 

El impacto fue tan estrepitoso que me dejo aturdido por unos momentos, cuando reaccione un oco y me percate del estado en el que nos encontrábamos gire mi cabeza lentamente hacia atrás,  no lo hacia lento por temor sino por que me lleve un buen go...

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El impacto fue tan estrepitoso que me dejo aturdido por unos momentos, cuando reaccione un oco y me percate del estado en el que nos encontrábamos gire mi cabeza lentamente hacia atrás,  no lo hacia lento por temor sino por que me lleve un buen golpe y me causaba dolor moverme. En la parte de atrás yacía Lucy aferrándose con fuerza al cuerpo de nuestra hija, mientras que Luna lloraba desconsoladamente en los brazos de su madre, para mi fortuna ninguna de las dos resulto dañada. 

Natsu- ¿están bien?

Lucy- Si, ¿como estas tu?

Natsu- Perfecto pero tenemos que salir de aquí.

Mentira, estaba hecho polvo. Hice un escaneo mental de los daños que recibí y el resultado no fue para nada alentador: el vidrio del parabrisas se destrozo y me corto la sien izquierda al igual que otros trozos mas pequeños que me perforaron la piel y se implantaron allí. Del asiento salieron unas cuantas piezas metálicas que de hecho una de ellas me perforo cerca del riñón. Estoy casi seguro de que ahora no resultara igual a la ocasión anterior. Ayude a mis dos amores a salir del auto y en seguida les seguí yo, no se cuanto haya perforado ese metal en mi pero de seguro fue muy profundo ya que la vista me empezaba a fallar por momentos, mis pasos se hicieron torpes y cada movimiento que hacia me agotaba cada vez mas. 

Todos en el gremio salieron al escuchar el estrepitoso sonido del choque y como era de esperarse se encontraban sorprendidos, aterrados, confundidos y la verdad no los culpo, yo estoy igual. Justo cuando iba a llegar escuche una voz a mis espaldas, una voz grave y al parecer molesta, gire todo mi cuerpo en dirección a la persona y la persona que menos deseaba ver en este instante estaba de pie frente a mi con su larga capa negra al igual que su pantalón y una pulcra camisa blanca. 

Natsu- Bienvenido hermano.

Zeref- Nos volvemos a ver Dragneel.

Natsu- ¿Vienes a morir?

Zeref- Correcto y mas te vale estar preparado.

Natsu- Lo estoy.

Una descarga de adrenalina corrió por mis venas y de un momento a otro todo rastro de dolor desapareció. Sabia que es lo que Zeref usaría para lograr su cometido y por supuesto que no permitiría que se acercara a mis chicas. Cuando lo vi avanzar hacia mi, me lance a su encuentro y como era de esperarse comenzó la batalla:

Lo difícil de ser padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora