Capitulo 10

16 1 0
                                    

Al día siguiente, mientras estaba en terapia, pude notar que Marcos estaba distante. En nuestro paseo diario lo noté un poco extraño; no me miraba los ojos y sus sonrisas no destilaban como siempre lo hacían.

Hey- dije llamando su atención.

¿Sí?

¿Qué te pasa?- dudó unos segundo en responder pero al final lo hizo.

Soy un tonto- nos detuvimos en uno de los bancos y a diferencia de las veces anteriores me senté a su lado.

Nunca pensé que tuvieras novio y yo me hice muchas esperanzas contigo- su tono de voz y la expresión de su cara eran de tristeza; entonces me di cuenta de que Marcos piensa que Andrés es mi novio. No pude evitar reír al llegar a mi mente que el chico más bonito que había visto estaba celoso.

Hasta te ríes de mí- estuvo a punto de irse pero lo detuve.

Espera- volteó hacia mí- Andrés no es mi novio, solo somos amigos- la expresión de su cara cambio por completo, cambio a esa que adoraba ver; la sonrisa que achinaba sus ojos hizo acto de presencia.

Volvió a sentarse a mi lado y tomo mis manos.

¿En serio?- asentí.

No me quiero enamorar, Marcos.

Nadie está libre de caer en esa desgracia.

Nos quedamos mirándonos, mostrándonos cosas que no se podían dar a ver con palabras.

¿Qué te parece si salimos esta noche? Si, saldremos sonreí- pasaré por ti a las ocho ¿te parece bien?

Bien- dije con emoción.

Las horas pasaron más rápido que de costumbre. Ya era hora de irme, Marcos me acompañó hasta llegar al auto.

Hasta esta noche- plantó un beso en mis mejillas.

Hasta esta noche- respondí con mis mejillas ruborizadas.

Dicho esto se marchó y mi madre me esperaba emocionada.

Al fin se decidió el muchacho.

Sólo es una salida de amigos, no es para tanto.

Amigos que llegaran a ser algo más- dicho esto nos dirigimos a casa.

Estaba loca por decir que el camino fue silencioso y tranquilo pero eso no fue lo que en realidad sucedió. Mamá se la paso todo el camino haciendo preguntas acerca de qué me pondría esta noche, a donde iríamos...

Lo primero que hice l llegar a casa fue llamar a Andrés y contarle lo sucedido.

Te dije que el gusta de ti, Alice y no me hiciste caso Andrés se encontraba en altavoz mientras yo buscaba que ponerme esta noche.

Es una salida de amigos- mencioné casi por décima vez en el día.

Alice, también gustas de él ¿cuál es el problema?

Perfecto- encontré el vestido que buscaba. Era rojo intenso, pegado hasta la cintura y más abajo ancho.

Era precioso y perfecto para la ocasión.

¿Alice?- la voz de Andrés me saco de mis pensamientos.

¿Qué? Oh, sí. Lo siento ¿Qué decías?

Que también gustas de él ¿cuál es el problema?

No hay ningún problema Andrés. Tengo que colgar, ya casi es hora. Te quiero mucho, besos- colgué antes de escuchar siquiera un adiós de su parte.

Nada Pasa porque siDonde viven las historias. Descúbrelo ahora