Cap. 5

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Para mi sorpresa, Ed me agarró de la mano y comenzamos a caminar, fuimos al centro y andamos durante un rato hasta que hubo un silencio de unos minutos y por fin me atreví a decir: 

- ¿Y se supone que este debería ser un gran día? - Lo acompañé de una sonrisa para no sonar muy borde.

- Acompáñame. - Volvió a extenderme la mano y esta vez comenzó a caminar más decidido. 

Llegamos a un callejón estrecho y que no parecía muy habitado, tuve un poco de miedo y él lo notó, así pasó su brazo por mis hombros y seguimos caminando. Había casas abandonadas y sin puerta por lo que fácilmente alguien podría colarse, no me gustaba. Salimos de allí y llegamos a un parque precioso por donde no parecía pasar mucho gente, me preguntaba por qué, era realmente bonito.

Creí que eso era todo, una tarde en el parque, pero él siguió andando.

-¿A donde vamos? 

-Sígueme. -Se limitó a decir.

Unos minutos después llegamos, había una manta de color naranja en el césped y encima de ella un ramo de flores junto con todo tipo de chocolates. Era simplemente perfecto. 

- Ed, ¿Esto es para... - No me dejó acabar la frase. 

- Para ti, Ally.

- Pero Ed, yo...

-Tú nada, sentémonos. 

Estuvimos hablando y comiendo durante horas, hasta que se puso el sol, estaba oscuro, más que antes y nosotros seguíamos allí sin la preocupación de que nadie nos interrumpiera porque nadie pasaba por allí. 

- Ed, ¿tu novia sabe esto? - Recordé que la tenía, que tenía novia y dudé mucho en que ella aprobase esto.

- Mi novia... Bueno, no tengo novia. 

- Pero tú me dijiste que...

- Ya, cortamos hace unas semanas. - Agachó la cabeza. 

- No sabía nada Ed, lo siento, ¿qué pasó? 

- Bueno, ella tenía metido en la cabeza que yo le prestaba más atención a otra chica, que la miraba más, que pasaba más tiempo con ella y en definitiva que la otra chica era lo que ella fue en nuestro principio. Creía que me había enamorado de otra. - Hizo una pausa. - Y resultó ser verdad. - Dijo en un susurro.

Fui lo suficientemente estúpida como para no darme cuenta de lo que de verdad quiso decir y cambié de tema pensando que se sentiría mal si seguíamos hablando de su ex. Aquella tarde fue digna de recordar, no lo pasé tan bien en mucho tiempo. 

Tenía que llegar a casa antes de las 00:30 y ya se estaba haciendo tarde, así que Ed me acompañó a casa, según él "por si me pasaba algo". Teníamos que pasar por la misma calle de antes y la verdad es que no tenía ganas de hacerlo sola, a parte de que con Ed todo estaba mejor.

Cuando llegamos al callejón, no se le ocurrió otra mejor idea que asustarme decidiendo entrar en una de las casas abandonadas. Yo me negué rotundamente como era de esperar y él simplemente entró dejándome en la entrada.

Llevaba ahí dentro 10 minutos y no salía aunque me dijo que no tardaría, si no lo buscaba llegaría tarde a casa, así que entré No había puerta y las paredes estaban destrozadas, daba mucho miedo. Observé el pequeño patio rectangular que había a la derecha, y todas las habitaciones de la primera planta pero no estaba, así que tuve que subir. Inspeccioné el piso de arriba sin éxito y me empecé a asustar cada vez más, bajé de nuevo con cuidado de no tropezar con ningún trozo de piedra o de la propia pared que había caído. 

Al bajar el último escalón y andar hasta la puerta me di algo de prisa mientras pensaba en donde estaría Ed, cuando de repente unas manos agarraron mi cintura y me levantaron del suelo llevándome al exterior del edificio. No paraba de gritar.

Cuando toqué el suelo me giré rápidamente y propiné un puñetazo en el estómago de aquella persona de la que aún no sabía la identidad y al darme cuenta ya era demasiado tarde y Ed estaba tirado en el suelo retorciéndose de dolor.

- ¡Ed! - Exclamé y empecé a reír, me reía porque sino volvería a pegarle. Vaya susto.

-Ouch... Que bruta... - Dijo mientras mantenía sus manos donde le había golpeado. 

- ¿Bruta? ¡No sabes el susto que me has metido! - Le extendí la mano y él se incorporó. 

- Ese era el plan. - Rió. 

- Idiota. 

-Lo sé, - Sonreía inocente. - pero ahora me duele el estómago, necesito un abrazo. - Puso cara de cachorrito y no pude resistirme a aquello, le abracé. 

Cuando nos separamos él seguía teniendo las manos en mi cintura y yo en su nuca, nos miramos durante unos segundos y puedo jurar que no me había puesto tan roja en mi vida.

- No vuelvas a hacer eso, nunca. - Intenté parecer enfadada. 

- Parece que no me conoces, - Rió. - lo haré muchas más.

- ¡Idiota! - Le golpeé el hombro y él me abrazo más fuerte que la última vez mientras reía. 

Un sonido proveniente de la casa nos interrumpió, parecía como si se hubiese caído algo, creímos que ya era hora de irnos y empezamos a andar, Ed volvió a agarrarme la mano durante todo el camino, ¿como no podía darme cuenta?

Llegamos a mi casa después de un corto camino y llegó la hora de despedirnos, no quería que se fuera, aunque seguramente le vería al día siguiente, era un sentimiento extraño, sabía que las pocas horas que no estuviese conmigo le echaría de menos más que a nadie. 

Quedamos en vernos al día siguiente con los demás pero para mi no era suficiente, tuve que aguantarme. Le abracé e inspiré porque me encantaba su olor, me apretó contra él agarrándome de la cintura y sin darnos cuenta fue uno de los abrazamos más largos que he dado en mi vida. Volvió a repetirse la situación de antes, nos separamos pero no del todo cuando juntamos nuestras frentes y todo se quedó en silencio. 

Solo eramos él y yo.

17'S LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora