Cap. 8

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- ¡Joder! - Exclamé no lo suficientemente fuerte como para que alguien se enterase pero sí como para desahogarme y que no se me saliese el corazón del pecho. 

Me dirigí a la ventana, la abrí y Ed entro intentando no caerse, le golpeé el brazo y el soltó un quejido. 

-¡Sheeran! - Dije molesta y él me abrazó, estaba congelado. - ¿Que ha pasado? Estás helado.

- No te preocupes, estoy bien, es solo que quería venir a verte, lo necesitaba.

- Yo necesito que me expliques, ¿Por qué te has ido de casa? - Le ofrecí mantas y nos sentamos a hablar.

- Discutí con mis padres. Sabes que me gusta la música, pero no sabes hasta qué punto. Me apasiona, podría llevarme horas cantando, horas tocando la guitarra y horas componiendo,  lo adoro, es todo lo que quiero ser algún día, pero ellos no lo entienden, y como es de esperar no lo aprueban. Mi padre está muy enfadado por ello y sinceramente estoy harto de las broncas. Sé que tendré que estudiar, que ir a la universidad, pero en un futuro la música es todo lo que quiero. No pude aguantar la discusión de hace una semana y me fui, estoy viviendo en casa de mi tío, al otro lado de la ciudad, es el hermano de mi madre, le rogué que no dijese nada y no lo hizo así que bueno, así estoy. 

- ¿Y cuanto tiempo pretendes estar allí? - Pregunté sin saber mucho que decir. 

- Pues hasta que consiga reunir el coraje para volver, estaré una semana más, o eso creo. 

- Está bien, espero que todo esto pase pronto Ed, y sea lo que sea, que sepas que te apoyo. No hay mucha gente que te anime a cumplir tus sueños, de hecho, va a haber mucha más gente que te diga lo contrario y que piense que no triunfarás, pero nunca te des por vencido.

- Muchas gracias Ally, no sabes lo que significa para mi.

Nos tumbamos en la cama intentado evitar el tema, me abrazó e intentamos no hablar mucho, por si mis padres despertaban. Se estaba tan bien. Me sentía tan bien entre sus brazos, cerré los ojos unos minutos y cuando los abrí de nuevo, Ed se había quedado dormido. Decidí volver a cerrar los ojos, pensando en diferentes cosas para no quedarme dormida, pero no funcionó. No pude dormir mejor

Desperté horas después, a las 8 de la mañana para ser exactos. Me levanté corriendo esperando que mis padres no hubiesen entrado en mi cuarto y avisé a Ed.

- ¡Despierta! - Exclamé sin gritar demasiado. 

- Eh... ¿Que pasa? - Dijo aún dormido, que mono estaba. 

- Ed son las 8:00, mis padres pueden entrar en cualquier momento, ¡tienes que irte! 

Él reaccionó de inmediato, se puso los zapatos, y salió por la ventana, no sin antes darme un beso y pronunciar las palabras que me harían pensar mucho durante los próximos días. 

- Ally, te quiero...


(...)


Y vuelta a la situación de la semana anterior, no sabía nada de él, no teníamos forma de comunicarnos y Jae cada vez hacía más preguntas, llegaba a cansar.

- Me resulta muy raro esto. - Dijo intentando encontrar una teoría no muy alocada. - ¿De verdad que no sabes nada de nada? 

- Nada de nada. - No pensaba contárselo, era un gran amigo pero no me arriesgaría a que pillaran a Ed, podría tener consecuencias que desconozco y podría enfadarse, así que decidí ocultarlo.

- Mmm, bueno, dejo el tema, sé que no te gusta hablar de ello. 

- Haces bien, gracias. 

Cada día que pasaba era una copia del anterior y solo quería que llegase el viernes, cuando con suerte, tendría alguna noticia de él. 

No todo iba bien, Ann y yo tuvimos una discusión, no muy grande pero sí importante, y más para mi, no entraré en detalles. No me encontraba de ánimos para nada y todo el mundo lo notaba, aunque no me prestasen mucha atención, creo que Jae es el único que se esmeró en intentar ayudarme, y se puso de mi parte. No me daba la impresión de que aquel problema fuese a solucionarse pronto. Tampoco me apetecía que se arreglase. 

Llegó mi preciado viernes, con las clases más largas de la historia y el tiempo más lento que nunca. Por fin sonó el timbré y salí corriendo hacia mi casa aunque sabía que Ed no llegaría hasta por la noche, si es que llegaba. Estaba demasiado ilusionada y pensaba que el tiempo pasaría más rápido. 

Afortunadamente el momento llegó, después de una tarde de pelis y música sola, llegó el momento, al menos esta vez estaba preparada y no me asuste. Le dejé entrar en mi  habitación sin que hiciese mucho ruido y le abracé como nunca antes. Hablamos un rato, preguntando lo que había pasado en la vida del otro durante estas 2 semanas, aparte de lo de Ann, no mucho. 

- Hey, Ally, ¿Te atreves a algo? - Dijo mirándome desafiante.

- Sorpréndeme. - Contesté. Él se levantó de su asiento y comenzó a pasearse por mi habitación con los brazos cruzados. 

- No, mejor anda, sé que no te atreverías, eres un poco cobarde. - Intentaba picarme y yo lo sabía, pero contesté.

- A lo mejor el que no se atreve eres tú, ¿eh? 

- ¿Yo? Está bien, te lo diré. ¿Qué te parece pasar la noche fuera? Te traeré de vuelta antes de las 7 y nadie se enterará. - Sí que me sorprendió.

- Ed, yo... No sé si debería, mis padres pueden enterarse. 

- ¿Ves? Lo que yo decía, que cobarde. - Dijo indignado. 

- ¡Yo no soy ninguna cobarde! Salgamos. - Exclamé decidida. Él no pudo aguantar la risa.

- Cada día me gustas más. Prepárate para esta noche. 



17'S LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora