-eres tu, ¿Elena? - sonrió. Tenía una sonrisa hermosa. - choqué contigo en el pasillo de la universidad- se río.
- oh dios mío, soy una despistada, perdona - mordí mi labio por instinto.
De momento se volvió serio, llevo su mano a mi rostro y pasó su dedo por mi mejilla. El roce me dio mas nerviosismo del que ya tenía.
-porque llorabas - frunció el ceño.
-oh, nada, me entró algo en el ojo - sonrei rápidamente.
- ¿segura que estás bien? - evadió mi estúpida respuesta.
- eh si, solo un rasguño - miré mi cadera y ahora, ardía.
-ven, hay una enfermería por allí, no te dejaré sola con ese rasguño - tomó mi brazo cautelosamente y me guió hacia una carpa. Preguntó por una gasa y alcohol, enseguida se lo dieron.
- Dios mío, auuuuch, arde! - el se rió.
- no te rías.. - rió con mas fuerza - oye - alce una ceja.
- dime señorita Elena - guiñó un ojo.
-sabes mi nombre pero, yo ni tan siquiera se el tuyo -
- Sam, soy Sam Salvatore - sonrió.
-Oh b-bueno y... Como sabes de mi -
- compartimos clase de literatura y arte - sonrió sin mostrar sus dientes.
-¿enserio? - y ... Como coñas nunca percibí a Sam, rara a la vez no notaba a chicos así, aunque total, soy una tonta que no mira ni por donde va!
-Ya esta listo, espero que te cures pronto y, de nuevo lo siento - capturo mi labio inferior y lo mordi. Cielos, tenia que dejar esa manía.
-esta bien, no fue nada, de todos modos, gracias - hice un puchero y Sam rió.
-entonces, nos vemos mañ... -
El sonido de mi celular lo interrumpió.
-dame un segundo - lo señalé y atendí.
-Elle, ¿donde estás? - preguntó mi padre desde el otro lado de la línea.
- estoy en la parte de atrás, a proposito, creo que queda cerca de el auto - observé mi alrededor .
- vale, quedate ahí, voy de camino - y colgó sin más.
-¿problemas? - Sam captó mi atención.
- oh, no - negué - que estabas diciendo - frunci el ceño.
-eh, nada! - sonrió.
- mi padre viene por mi, deberías ir a buscar a tu... - hice una mueca, no sabía con quien andaba así que esperé a que entendiera, o captara.
- no, tranquila, vine solo, vivo a algunas cuadras de por aquí, calle Johnnson, salida 4 - me miró.
- oh, de acuerdo, entonces... -.
-Elle! Ardillita! - sonrió mi padre al llegar a mi. Lo hizo a propósito! Me dijo ese apodo para avergonzarme! - hey, hola- saludó a Sam.
-hola Señor... -
-Steve, solo dime Steve - mi padre sonrió.
-ya me voy, Sam - Sonreí y me despedí con un beso en la mejilla. Para salir de esto, dios mio, que vergüenza!
El camino a casa no fue tenso, como creía que iba a ser, por lo de Sam. Papá y yo íbamos cantando Small things de Blink -182. Al llegar a casa cambie mi vestimenta por una pijama, y bajé.
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Ángel, Estoy Aquí
Teen FictionElena y Sam... Un solo destino. Dos diferentes problemas.