Lo que no te dije

39 3 1
                                    

22 de febrero, 03:40 am.

Para ti papá, donde quiera que estés.

Hace ya tres días, tres días desde que partiste, desde que te fuiste. ¿Dónde? Quién sabe, muchos dirían que hacia un lugar desconocido, mas otros tantos mencionarían el olvido, la eterna fosa en la que nos hundimos.

Y es que hoy somos todo y mañana nada. Creemos poder ser invencibles, pero somos vulnerables. Hay muchas cosas que no te dije, no tuve tiempo, fui estúpida. Nunca pensé que la vida te me arrebataría de esta manera y aún cuando te empezabas a ir fui lo suficientemente tonta como para tener esperanzas de que no partirías hacia otro viaje.

Te pido perdón por no haber aprovechado de la mejor manera el tiempo que tuvimos juntos. No sabes cuánto daría por volver hacia atrás, por disfrutar cada segundo a tu lado y decirte todo lo que no te dije. Te quiero, te quiero y siempre lo haré. Lamento no habértelo dicho, y te pido perdón porque ya es tarde; ya no me oyes.

Solo espero que aún vivas de alguna manera, solo me aferro a la fe de que en algún lado estás presente guiándome en mis pasos, que has dejado de cuidarme aquí para cuidarme desde el cielo.

Hay muchas cosas de las que me arrepiento, desearía haberte acompañado más cuando estabas en el hospital, lo que no sabes es que era demasiado difícil. Los hospitales no presagian nada bueno, perdón por haberme alejado en ese momento para fingir que todo iba bien, perdón por no haberte dado un último abrazo. Perdón por no creer que partirías.

Sé que nuestra relación no fue fácil, desde pequeña te marchaste. Eras mi ídolo pero te fuiste. No te estoy reprochando nada, todos cometemos errores, lo importante fue que regresaste.

Te volviste a ganar mi confianza, trabajaste duro para volver a llamarte padre y te preocupaste por mí. Siempre estabas ahí cuando de verdad te necesitaba y puede que no lo haya podido notar con claridad, pero sólo era una niña, una adolescente llena de conflictos.

Ahora lo veo con claridad. Sé cuánto sufriste por no tenernos a mi hermano y a mi, tus diferencias con mi madre muchas veces fueron un problema, lo sé y te perdono por no haber estado.

No sabía que te extrañaba tanto hasta que supe que jamás volvería a verte y sé que te extrañaré siempre, tu recuerdo siempre vivirá mientras yo exista, agridulces imágenes manchadas de nostalgia que me recordarán todo lo que perdí, todo lo que significabas y aún no sabía.

Nos recordaré a ti y a mí hablando, despreocupados, creyendo la mentira de tener toda una vida por delante, queriendo construir recuerdos que jamás se construirán.

Cuán vil e injusta puede ser la vida. Nunca llegaste a conocer a un nieto y eso es lo que más me duele, ¿cómo hablarles de ti a tus nietos sin que en mis ojos hayan lágrimas? Supongo que el tiempo me ayudará, me dará la cura que no conozco para poner una sonrisa al recordar tu peculiar personalidad: voluntariosa, directa, a veces brusca pero siempre auténtica.

No demostrabas tus sentimientos mas sé cuanto me querías, lo veía en tus ojos cuando me enojaba y sin querer rompía tu corazón, no sabes cuánto lo lamento. Pero lamentarlo no cambia nada, ya perdí mi oportunidad. No pude darte un último abrazo y mis lágrimas empapan mi rostro mientras escribo estas letras. Esta es la única manera que encontré de decirlo, de gritarlo. Al igual que como tú escribir es como mi medicina, solo que esta vez me sabe agria.

No pudiste escuchar mi último te quiero, los medicamentos te mantenían dormido mientras las máquinas luchaban por mantenerte vivo, a ti solo te quedaba aferrarte a la vida y esperar. Mis barreras calleron al verte de ese modo, no supe qué hacer. Desearía haberlo gritado para asesorarme de que aún dormido me escucharas, pero no. Mi te quiero fue bajo, un susurro lleno de miedo y dolor. Quería que vivieras para decírtelo más alto, para que me escucharas, tan solo para que me respondieras.

No sabes lo importante que eras para mí, quizás ni yo misma lo supe hasta que te perdí, nunca me sentí tan mal como aquel día. Pensaba ir a visitarte, mas por estúpida no fui. En la tarde llegó esa llamada que presagiaba todo lo malo. Atendí con miedo, me aterrorizaba escuchar aquellas palabras, nada pude hacer para evitarlo, sin embargo.

La bomba que cayó sobre mí fue más fuerte de lo que esperaba, colisionó cada uno de mis cimientos. Te habías ido, tu corazón ya no latía y yo no sabía qué hacer. Fui fuerte, no lloré hasta cortar la llamada, aunque confieso que fue más por incredibilidad que por fortaleza.

Por varios minutos cada parte de mi cuerpo tembló, mas luego colapsé. Te lloré sin importarme si me escuchaban, ya nada dolía mas que tu pérdida. Ya jamás escucharía tu voz o vería tu rostro. Mi mundo cambió de manera radical, eras mi padre y te amaba, pero ahora me habías dejado sin darme tiempo suficiente para demostrártelo. Solo quedaba el miedo, miedo a que como a tú, las personas que amaba me hicieran lo mismo, pues tú me habías demostrado que hasta el más fuerte era vulnerable, que nadie estaba a salvo de esa trampa que nos imponía la vida.

Las horas que siguieron fueron las peores de mi vida, casi no te reconocí cuando te vi. Tus ojos estaban cerrados como si aún durmieras, solo que tu cuerpo no parecía tuyo. Le faltaba vida, tu rostro había quedado demacrado por el tiempo que pasaste en el hospital y aunque quise creer que respirabas, nada era más mentira que eso. Ya nunca lo volverías a hacer.

Cuando te enterraron sentí que algo se desgarraba en mi alma, fue como si te arrebatasen de mi lado para dejarte solo, nada pude hacer más que llorar.

Lloré pidiéndole fuerzas a Dios, oré para que donde quiera que estés Él estuviera presente. Nunca fui tan creyente como ahora y es que necesito aferrarme a algo porque la verdad que se me presenta es demasiado dura. No soportaría estar toda una eternidad sin volver a verte y sé que de verdad no lo haré. Así como llegó tu hora, algún día llegará la mía y tengo la certeza de que en ese momento nos reencontraremos. Me verás diferente pero seré yo.

Hasta entonces, te amo papá.

Lo que no te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora