-¿Bueno?- dijo Kaneki tomando el teléfono con el que contestó.
-Kaneki...- susurró una voz al otro lado de la linea del teléfono.
-¿Tsukiyama?
-Si, perdón por hablarte por teléfono, sé que estamos en la misma casa pero no me siento con ánimos de salir, ¿Puedes venir a mi habitación?- Tsukiyama hablaba lento y algo desanimado. -La puerta ya no tiene seguro...- agregó.
-Está bien pero... ¿Qué pasa?- preguntó Kaneki.
-Tu sólo ven...- y seguido de decir eso, Tsukiyama colgó.
~Narra Kaneki~
Tsukiyama se escuchaba desanimado, ya no se si creer que es por lo que está pasando o me esta ocultando algo.
Me heche el bocadillo a la boca y mientas comía rápido subí a la habitación deteniendome en la puerta para poder tragar bien la comida y no hablar extraño. d
Después de suspirar con cierto aire de preocupación y curiosidad abrí la puerta.Tsukiyama se encontraba sentado a los pies de la cama mirando el suelo, con una mirada perdida, si sus alumnos lo viesen así, de seguro que corrían a sus brazos a tratar de animarlo aunque les llevase toda la tarde.
-Tsukiyama...- hablé y camine lentamente, sentándome a su lado. -¿Qué ocurre? ¿Por qué estás así?- pregunté.
Él se quedó callado por unos momentos antes de susurrar mi nombre y abalanzarse sobre mi a abrazarme, me estampe en el piso, normalmente Tsukiyama se asustaría por haberme hecho algún tipo de daño pero ahora se encontraba de un humor que jamás había visto, y sin importar nada se quedó encima de mi abrazandome y susurrando mi nombre, era una escena algo tétrica, no me podía mover por la fuerza de su abrazo. Jamás se había mostrado tan vulnerable.
-¿Tsukiyama...?- él no respondía mis preguntas, sólo se quedaba como estatua abrazandome.
-Kaneki... Kaneki... Kaneki...
-O-Oye... Ya, no es gracioso, ¿Qué tienes?
-Kaneki... Mi delicado... Kane...ki... Mío...
-¡Tsukiyama reacciona!
-Delicatto... Dolce... Mangiare... Amore... Il mio Kaneki...- Tsukiyama me abrazó mas fuerte, me estaba asfixiando, pero... ¿Por qué está diciendo todo eso?
Mis reflejos se activaron empujando muy fuerte a Tsukiyama al sentir... Su... Lengua en mi cuello?!
-¿¡Qué fue eso!?- le grité asustado, de todas las cosas que pusieron haber pasado eso hubiese sido de las últimas cosas.
-Kaneki... Quedate conmigo...- habló Tsukiyama en el suelo boca abajo, no podía ver su cara pero al parecer se había golpeado. -¿Por qué estás actuando tan extraño?- pregunté tratando de mantener la calma.
-Es que... Yo... No quiero perderte.
-¿A qué te refieres? ¡Si yo vivo contigo!- me paré del suelo y ayude a Tsukiyama a pararse, lo recoste en la cama y lo abrigué, me preocupa.
-Bueno... Es que... Lo sabrás en su momento.- dijo aún con su voz débil acariciando mi cabello lentamente. -Creo que hoy ha sido un día muy loco, ve a descansar.- me ordenó Tsukiyama.
-¡Tú eres el que va a descansar!- le devolví la orden. -Siempre me cuidaste cuando estaba mal, me toca devolverte el favor aunque sea un poco. ¿Si?- agregué.
-¿Estarás bien?- preguntó.
-Claro que si- sonreí y me di media vuelta, mientras caminaba hacia la puerta escuché un susurró de Tsukiyama algo largo, no entendí así que me voltee. -¿Qué dijiste?
-Ah... Dije que tu madre estaría orgullosa de como haz crecido.- respondió y sonrió inocentemente.
-Me alegra saber eso, descansa- cerré la puerta lentamente y me fui.
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Te Comeré [Yaoi-Hideki] EN EDICIÓN.
Altele¿Qué hubiese pasado si todo lo que conocemos de Tokyo Ghoul estuviese invertido? Hide, un muchacho universitario hizo una cita a ciegas con una mujer muy hermosa, la cuál resultó ser un Ghoul y ahora por aquél accidente, Hideyoshi Nagachika es un hí...