Capítulo 1

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El verano estaba a punto de llegar a su fin y mis vacaciones también. Había viajado con mi padre y su tropa de guardaespaldas a las exóticas Islas Maldivas. En realidad, para ser más exacta, mi padre estuvo apenas una semana. Se marchó porque debía ocuparse de sus dichosos asuntos de política que por lo visto son más importantes que su única hija. En fin, no voy a quejarme; ha sido más divertido estar en las Maldivas sin él. Las fiestas que celebraban todas las noches eran una locura: alcohol y chicos jodidamente guapos por todas partes. No es que me guste mucho beber, pero en esos ambientes te desatas, florece tu lado salvaje y lo único que importa es divertirse.
Pero eso ya ha acabado, y ahora estoy en el avión privado de mi padre vuelta a casa.

-Lleva las maletas a mi cuarto- le digo a uno de los empleados cuando llegamos.

-Si señorita- acató obediente.

Cojo mi ordenador y me dirijo al salón. Sobre la mesa hay un folleto pero no me detengo a leerlo, simplemente lo convierto en una bola arrugada de papel y lo quito de la mesa para colocar el portátil.

-Deberías echarle un vistazo al folleto que he dejado sobre la mesa. Es para ti- dice mi padre con seriedad entrando en el salón seguido por dos de sus guardaespaldas.

-Sí papá, me lo he pasado muy bien en las Maldivas gracias por preguntar. También me alegro de verte- digo sarcástica sin apartar la vista de la pantalla del ordenador.

-No empecemos con tus sarcasmos- me advierte fingiendo una sonrisa- Te repito que deberías mirar el folleto que has arrugado como si fuera basura.

-¿Y no lo es?

Mi padre me lanza una de sus frías miradas que te hielan la sangre y obedezco de inmediato. Es mejor no enfadarlo. Desarrugo el papel lo mejor que puedo y lo pongo sobre mis piernas.

-Elite Way School- leo- ¿Qué es esto?

-Continúa leyendo- hizo un gesto de impaciencia con la mano.

-El Elite Way School, es un colegio internado secundario privado de prestigio internacional. Por ese motivo es que el reglamento es muy exigente. Por la mañana los alumnos toman clases, y por las tardes se dedican a los talleres de perfeccionamiento, deportes y actividades de ocio. Los alumnos son en su mayoría hijos de las familias más ricas del país, y otros becados que consiguen superar la nota exigida por los profesores en una prueba inicial de acceso.

-Repito, ¿qué es esto?

-No pensaba que fueras tan cortita, ______.

-Lo he entendido- respondí ofendida- Solo no entiendo por qué quieres meterme en un estúpido internado.

-Necesitas disciplina y una muy buena educación para llegar a ser alguien importante en la vida, como tu padre- se alabó él mismo y fruncí el ceño.

-Mi educación es muy buena, tengo un montón de profesores particulares y además estudio asignaturas extras que ni me interesan y que no voy a usar en la vida.

-No es suficiente. Tal vez tengas buena base pero tu comportamiento es pésimo.

-¿Y tú qué rayos sabes si nunca estás en casa?- dije alzando el tono de voz y levantándome de golpe del sofá.

-A eso me refiero- respondió mi padre con total tranquilidad- No estoy pidiendo tu opinión, está decidido- dio media vuelta para marcharse pero corrí hasta él para detenerlo.

-Papá por favor, no te precipites.

-Ya estás matriculada- zanjó rotundo- El 1 de septiembre viajarás a México.

-¿A México? Pero papá...

-Ni una palabra más. Estoy harto de tus quejas, parece que es lo único que sabes hacer bien. Quejarte.

Fruncí los labios. Su comentario me había dolido mucho pero no iba a dejar que lo supiera.
Cuando mi padre se fue agarré el folleto y con rabia lo rompí en pedazos.

-Veremos a ver si en ese internaducho de niños pijos pueden con una chica como yo- me dije a mí misma mientras sonreía con maldad.

ESTE CORAZÓN (Diego Bustamante y tú) ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora