EPÍLOGO: "PARAÍSO"

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Dani solía imaginar cómo sería el cielo cuando era pequeño, cuando creía que de verdad existía algo así, cuando la inocencia y la salud aún formaban parte de su vida. Y ahora que estaba ahí todo era como siempre había fantaseado:

Lo imaginaba blanco. Y lo era.

Lo imaginaba blando y acolchado. Y lo era.

Soñaba que le rodeaban ángeles vestidos de blanco. Y lo hacían.

Soñaba que le daban dulces. Y lo hacían...

Dulces de todos los colores, a todas las horas.

Aunque en ese lugar el tiempo no existía.

Dulces para vencer al demonio.

Que le calmaban.

Que le hacían callar.

Y que intentaban borrar su rostro.

Pero Dani a veces lo recordaba, en ocasiones el azul de sus ojos era lo único que veía, supliendo a la blancura del paraíso y haciéndole descender de nuevo al mundo terrenal.

Que no era muy distinto.

Pero estaba plagado de una realidad insoportable.

Recuerda, Danielillo...

Y gritaba, negaba y lloraba.

hasta que los ángeles venían y todo volvía a nublarse y a borrarse.

Elevándole de nuevo

hacia su dulce paraíso obnubilado.

FIN.

El Infierno es Tu MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora