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Os voy a contar una historia.
La historia de un mundo llamado "talento".
Me dijeron que en ese mundo todo es música y magia, y cada uno de sus habitantes tiene su propia banda sonora, una canción ligada a un recuerdo eterno.
La canción que se acompasa con el latir de tu corazón, haciéndote bailar al son de esa danza creada por dioses.
Una danza que se baila lenta.
Me dijeron que en talento, sus habitantes andan pisando firme y avanzando en una cuerda floja, sabiendo hacia donde quieren ir, y que a pesar de sentir un frágil temblor temeroso en las piernas por miedo a caer al vacío, siguen avanzando.
Me dijeron que en talento, se puede oír el contraste de los aplausos de aquellos que desean que acabes tu función con éxito, y el clamoroso silencio de aquellos espectadores que desean ver como caes.
Uno de los habitantes de talento, me dijo que; Siempre hay entre el publico quien desea verte caer, y quien desea que cumplas el final de la proeza que nadie se atrevía hacer antes, y que seguidamente se convertirá en inspiración para otros.
Aquel habitante me dijo que a pesar de que todos aquellos ojos observen cada uno de sus finos movimientos, los demás nunca saben cual será el siguiente paso.
Y que ese paso lo decides tu mismo.
Sorprendido ante todo lo que me contaba, le conté que aquí muchos humanos se pasan la vida mirando todo aquello que hace el resto.
Aquel maravilloso y enigmático habitante de talento me dijo una cosa que se quedó grabada en mi mente:
"Aquellos que viven con la incertidumbre de saber que es lo que los demás hacen, jamas tienen el control de su vida".
"De tu fortaleza dependerá que mantengas el equilibrio, y ese poder es totalmente tuyo".

Me dijeron que en talento no habían muchos habitantes, que solo unos pocos locos pueden acceder a el, puesto que para llegar allí había que hacer un largo camino.
En talento tienen un lema:

"Somos aquel mundo que proyectamos al resto de mortales, para hacerles entender la importancia que tiene poder soñar.
Un viaje a lo irreal para hacerlo real".

Aquello sonaba como cualquiera de los cuentos que tus padres te relataron en la infancia, como ese súper héroe al que tu querías imitar.
Me dijeron que en talento era imprescindible hacer dignas cada una de las letras que componen tu nombre artístico.
Que la luz de aquellos ojos que te miran en la pista son el reflejo del brillo de tu alma.
Me dijeron que tener un don era cosa de unos pocos elegidos, y que por lo tanto ese don seria admirado, respetado y valorado, y que tener ese don conlleva una gran responsabilidad diaria.
Me dijeron que en aquel mundo llamado talento no existen las envidias, ni el dolor al prójimo, ni el interés, ni las injusticias, ya que todos creen en si mismos como única fuente de poder.
En aquel mundo solo existe la pasión por aquello que haces, aquello que te hace ser único entre millones, aquello que nadie puede imitar ni destruir.
Me dijeron que allí, en talento, todo se hace de una forma fácil e innata, ya que todo lo que hacen sale del corazón y para otros es totalmente inalcanzable.
Quizás por eso algunos terrícolas quieran destruir ese planeta, porque muchos no son capaces de admirar su maravilloso paisaje.
Quizás olvido a veces que solo somos animales, y que algunos viven en esta jungla de asfalto en paz y armonía, y otros depredadores matan por hacer suyo el terreno de otros.
Esa deshumana codicia tan humana.

Me dijeron que en talento todo es cosa de magia, y que nadie quiere saber su truco.
Quizás me quedé hechizado por alguno de aquellos trucos, o quizás me quede enamorado de su maravilloso paisaje.

Después de hablar con ese habitante me di cuenta que aquel es el mundo donde quiero vivir, y que no importa la distancia que haya que recorrer. Porque como dice el dicho:
"Como en casa en ningún sitio"

-Dany Bpm

-Dany Bpm

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