capitulo 7

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-¿qué como descubrí mis poderes?
Pues mira... No sé si contártelo... Bueno vale...
El día 22/04/1997, perdí a mis padres debido a que estaban enfermos. Un hombre que les odiaba tenía el poder de las enfermedades, y, les contagio la Peste. Murieron en pocas horas. Después fue por a mí el día siguiente, me encontró en mi cuarto llorando por la pérdida de mis padres. Me levanté al verle en mi cuarto. Al levantar la mano para contagiarme mis manos brillaron con un color verde y de ellas salieron unas enredaderas que se unieron en el suelo, me dijo:
-¡has fallado!
-no, no he fallado.
En ese momento las enredaderas que se metieron en el suelo salieron al lado del chico cogiéndolo por las piernas, y un arrastrándolo bajo tierra por siempre...
Y desde ese momento no le he vuelto a verle. Vea se levanto y me dijo:
- Bueno, yo ya me tengo que ir. Dijo Vea yéndose del sitio donde estábamos, yo me levante y me fui a acerca a Vea pero de repente, una roca que salió volando hacia mí me golpeó arrastrándome por el suelo.
-¡Jorge!. Grito Vea asustada.
Me levante del suelo y mire hacia el frente para descubrir quién había lanzado esa roca. Mire al frente y vi a un chico levantando otra Roca dispuesto a lanzarme la de nuevo.
-¡qué haces tío!.
En eso, el chico lanzó la piedra Vea me miró e hizo un gesto con la mano que creó una enredadera que me empujó, salvándome del golpe de la roca.
-¡qué quieres de nosotros!. Le grito - Vea.
El chico lanzó una piedra a Vea más grande que las demás mientras que Vea venía hacia a mí para ayudarme.
-¡Ahhhh!. Grito Vea al ver que la roca que se aproximaba a ella.
En ese momento me levante y me puse delante de ella, en eso mis manos volvieron a ponerse de ese color amarillento. Y de la nada para protegernos a Vea y a mí, salió una pared hecha de energía, que al chocar la roca se rompió en mil pedazos.
-¡Jorge, has descuento un nuevo poder de tu rama!. Dijo Vea sorprendida.
En eso baje las manos y vi que la pared de energía que había formado bajaba según la altura donde estaba, y vi que al mover las manos a un lado la pared también se movía.
-Vamos a enseñarle a este tipo de que estamos hechos. Le dije a Vea.
En eso deshice el muro y le fuimos rodeando.
El chico sabía que le estábamos rodeando y desencajó dos piedras más del suelo, eran enormes, dispuesto a lanzárnoslas si veía que estábamos apuntó de atacarle.
El chico se decidió a lanzarlas, una roca fue dirigida hacia mí, antes de que me alcanzara creé un muro que me protegió. Lo deshice y me lancé corriendo hacia el. En eso lanzó la otra piedra hacia mí de nuevo, pero esta si llego a darme. El chico, que tenia en poder de levitar objetos, aprovechó que donde había caído, habían unos alambres con pinchos, los levanto por el aire y me amarró con ellas.
-¡ahhhh!. Grite de dolor.
El chico cada vez tensaba más las cuerdas. En eso, Vea, para que el chico me soltara lo agarro con una enredadera que lo agarraron por todas sus extremidades. Las cuerdas de dejaron de tensarse y me deshice de ellas. Me acerqué a Vea para preguntarle si estaba bien.

JorgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora